Un ciudadano canadiense, residente en Nueva York, Jacques Johnston se ha puesto en contacto con la Fundación Titanic ofreciendo 639.000 dólares por las dos cartas originales escritas por William Murdoch a bordo del Titanic y enviadas a sus padres y a su hermana.
Una de ellas reza así:
“A bordo del Titanic, a 11 de abril de 1912.“
”Queridos Papá y Mamá: Sólo unas pequeñas líneas para dejaros saber que hasta este momento todo ha ido muy bien. Hemos tenido tiempo despejado desde que zarpamos y parece que va a continuar así.
Cuando estábamos dejando el puerto de Southampton, y pasando al lado del “Oceanic” y del “Nueva York”, que estaban amarrados el uno detrás del otro, ellos se vinieron hacia nosotros tanto que sus amarras se rompieron y por muy poco no colisionamos, lo que hubiera producido serios daños tanto a ellos como a nosotros. Por fortuna no nos hemos tocado y no creo que el “Nueva York” y el “Oceanic” tengan daño alguno.
Ayer por la tarde me despedí de Ada. Las cosas empiezan a funcionar en el barco, pero debido a la huelga de carbón estamos yendo a 19 o 20 nudos.
Espero que ambos estéis muy bien y que tú, Mamá, estés mejor de tus problemas de salud. También espero que tanto Agnes como Margaret estén lo mejor posible.
Me despido con todo cariño y esperando tener noticias de alguno de vosotros desde Queenstown.
De vuestro querido hijo, William”
Tres días después de escribir esta carta, William Murdoch, primer oficial del Titanic, moría en el naufragio, convirtiéndose en uno de los héroes de la tragedia, a quien debieron sus vidas la mayoría de los hombres supervivientes, a los que permitió, para completar las plazas disponibles, subir a bordo de los botes salvavidas, quedándose él a bordo del buque y hundiéndose con él.
Estas cartas se encuentran expuestas en el Palacio Baluarte de Pamplona, y forman parte de los más de 100 objetos y documentos originales del Titanic que se muestran al público en “Titanic The Exhibition”.
Jesús Ferreiro, presidente internacional de la Fundación Titanic ha manifestado que no es la primera oferta millonaria que reciben por alguno de los objetos y documentos que se muestran en la exposición pero que esta oferta, igual que se hizo con las anteriores, será rechazada porque nada de la exposición está a la venta