Veneciano de nacimiento y adoptado por la ciudad de Vicenza -la ciudad del oro- donde fundó su propia empresa en el año 1977 después de haber diseñado para las más prestigiosas firmas de joyería del mundo; Coin consigue en pocos años -desde 1996, año en el que lanza su marca, hasta el año 2000, cuando entra a formar parte del privilegiado ranking de las marcas de joyería más solicitadas de Estados Unidos- un éxito indiscutible, pero sobretodo, el reconocimiento de las más “grandes”.
Divas de la talla de Nicole Kidman, Gwyneth Paltrow, Madonna, Sharon Stone, Uma Thurman, Jennifer Lopez, Caterine Zeta-Jones o Charlize Theron; así como Sarah Jessika Parker, Claudia Schiffer, Liz Hurley, Halle Berry, Ashley Judd y Meg Ryan, entre otras, se han visto seducidas por las piezas realizadas por este joyero de relevancia que no sólo ha sido capaz de crear de una manera magistral; sino también -y esto lo eleva a la categoría de artista- de arriesgar, innovar y crear tendencia que otros muchos han seguido.
El “made in Italy” está a salvo con este creativo que ha exportado con honores la sofisticación y el buen gusto de su país a través de los mil puntos de venta que ya posee en todo el mundo y de los más de seis centenares de diseños diferentes que produce anualmente en los que el oro, los diamantes y las diferentes gemas se entremezclan de una manera artesana, onírica y casi hipnótica para dar lugar a la perfección.
De mente creativa y absolutamente innovadora -con dotes de intuición clarividente sobre las nuevas tendencias en alta joyería- Roberto Coin tuvo la originalidad de firmar con un pequeño rubí de la fortuna incrustado en un lugar secreto que estaría en contacto con la piel todas las piezas de su colección “Appassionata” ya en 1996; utilizó el oro en sus tres colores en 1978 y predijo en 1992 el éxito del oro blanco como protagonista que se prolongaría hasta nuestros días. Un auténtico visionario cuyo logro elevado al “súmmum” es la colección con diamantes “Cento”, una proyección de su también multifacética personalidad.
Cortado a mano por un maestro con la precisión de un cirujano, este diamante tallado en cien facetas que ofrece unos destellos de luz asombrosos -de aspecto absolutamente futurista e hipnótico- es, hasta el momento, la inspiración más sublime de Roberto Coin. La colección “Cento” pretende ser mucho más que un símbolo de valor. Intenta convertirse en el icono del amor, de la luz y de la belleza.
“No hay nada más sublime que un diamante dotado de un destello mágico”, asegura Roberto Coin refiriéndose a esta espléndida colección de excepcional pureza; porque solo un diamante “Clarity” de talla perfecta puede terminar formando parte de una pieza de esta colección.
Estilo, creatividad, excepcionalidad, alto valor inversionista y de diseño, exclusividad, sentido atemporal y sofisticación, son algunas de las características aplicables a las diferentes colecciones ideadas por Coin; un joyero universal de talento indiscutible, cuyas pequeñas obras de arte forman parte del valiosísimo contenido de las más prestigiosas cajas de seguridad del mundo.
Gema Castellano