Aún no se ha constatado en noticia dónde y cuándo se les ve el rostro a la pareja del bar para así estar en el punto de mira como el de un famoso como es en este caso, John Galliano. La notoriedad en la fama de un personaje es una actitud muy delicada que padece una de la consecuencias mas desagradables que existan. Cualquier famoso tiene la altísima facilidad de ser atacado, señalado y desposicionado por cualquier persona desconocida.
En los tiempos que han corrido desde que John Galliano ha estado al frente del “valor Dior”, éste ha sabido potenciar sus códigos de marca a alto nivel dejando que la firma circulara por nuestras mentes como algo tradicional con explosión a las nuevas necesidades estéticas, y generar este “new marketing show” de la primera década del siglo XXI.
Ha habido otros como tantísimos que han sabido marcarse en la historia de la moda social por su ingenio creativo y a al mismo tiempo haciendo una vida de poca reputación con afirmaciones nefastas, actuaciones agresivas, consumo de substancias, etc. Y no por ello han sido despedidos y linchados de forma mediática cómo en este caso.
Si Christian Dior tenía la necesidad de buscarse a otro para re-explosionar otra vez sus valores, creo a mi entender como profesional de este sector, que podría haber tomado otras vías menos agresivas para el diseñador pero visto lo sucedido mas vale uno hundido que dos aburridos.
En pleno trance de esta noticia esperemos que las dos partes juntas o por separado se conciencien de los hechos y sigan sorprendiéndonos con sus valores y capacidades.
Jordi Andreu Clofent