La ciudad de Biarritz, situada a menos de 25 km de la frontera con España, es un verdadero soplo de aire marino que ofrece un litoral de 4 km a orillas del océano Atlántico. Situados en un extremo de Francia, Biarritz y su región, el País Vasco, proponen una gama de actividades muy variadas ya sean culturales, gastronómicas o deportivas. Una región con una fuerte identidad cuyos habitantes reivindican una calidad de vida única. En este ídilico enclave se encuentra el Hotel Du Palais. Construído en Biarritz en 1854 por el emperador Napoleón III, este hotel es el testimonio de su amor por la emperatriz Eugenia que fue una ferviente incondicional del País Vasco. En la actualidad, el establecimiento cuenta con 5 estrellas y ostenta el sello «Empresa del patrimonio vivo»
Restaurantes
El hotel, dispone de dos restaurantes, uno de ellos galardonado con una estrella, dirigidos por el Chef y Mejor Obrero de Francia Jean-Marie Gautier: la Villa Eugénie, para una comida gastronómica frente al mar; y el restaurante Hippocampe, donde se puede comer y cenar junto a la piscina desde los primeros días soleados y hasta octubre.
Un paraíso para los gastrónomos
Jean-Marie Gautier, ayudado por Frédéric Beaujean y Yoann Fournier, dirige un gran equipo que trabaja para ofrecer calidad y sofisticación. Este chef, siempre a la escucha de una clientela exigente, extrae su inspiración de la región, de las tradiciones del País Vasco y del mar. Propone una cocina detallada que agudiza las papilas y cautiva los sentidos con sus numerosos sabores sofisticados, a menudo marinos, acidulados, y siempre respetando las temporadas. Los pequeños mercados de los alrededores de Biarritz, Anglet o Bayona rebosan productos de calidad. A orillas del Adur, Jean-Marie Gautier se reúne con los pescadores para adquirir la pesca del día. Las hierbas, flores y ensaladas se las proporciona su amigo Henri Bastelica del pueblo de Verlus.
Spa Imperial
Situado frente al mar, se encuentra un remanso de paz: el Spa Impérial. Este spa propone a los huéspedes un espacio de cerca de 3.000 m2 que se extiende en 5 niveles y cuenta con 2 saunas, 2 baños turcos, piscina con agua dulce con natación a contracorriente, jacuzzi, 8 salas de tratamiento, un centro de fitness.
Habitaciones
El hotel se compone de 150 habitaciones, entre ellas 50 suites, que dan a los jardines, al parque, al patio de honor, a la piscina o al océano. Todas disponen de equipos modernos de tecnología y comunicación: televisores LCD gigantes e interactivos, acceso a Internet de alta velocidad y Wi-Fi gratuito en todo el hotel. Todas las habitaciones están decoradas con cuadros y tapices, además de un mobiliario principalmente al estilo del Segundo Imperio de la época de Napoleón III. Los muebles y telas han sido escogidos con el máximo cuidado para crear una armonía perfecta y un estilo único, propio de cada una. La 5a planta del hotel ofrece habitaciones con un estilo más contemporáneo y de diferentes temáticas.
Las Suites
Las Suites Reales e Imperiales pueden estar compuestas de uno, dos o tres dormitorios que comunican con el salón.
Las Suites Reales
Los Apartamentos Edouard VII y Alphonse XIII, nobles, elegantes y refinados, ofrecen la visión de un cierto lujo «a la francesa». Teca de Birmania, mármol de Carrara, mosaicos en pasta de vidrio italiano son algunos de los materiales nobles y preciosos utilizados en estas suites.
Las Suites Imperiales
Decorados con materiales lujosos, como la teca de Birmania, el mármol de Carrara o mosaicos en vidrio italiano, presentan una superficie de 75 a 90 m2 y vistas completas al océano. Ciertas habitaciones tienen hasta 3 dormitorios y llevan el nombre de famosos que han visitado el hotel: Romy Schneider, Hemingway o la duquesa de Windsor.
El Bar Imperial
Situado en el corazón del establecimiento, sabe cómo satisfacer a sus clientes a cualquier hora del día. Ya sea para tomar un café, un té, un aperitivo, una copa de champán, un cóctel o una bebida digestiva, su equipo de bármanes profesional es capaz de satisfacer cualquier deseo. Este bar ofrece un ambiente piano bar a partir de las 19:00, junto a una impresionante colección de armañac y coñac y una bonita y extraordinaria terraza, donde se puede disfrutar del aire biarrota y admirar el reflejo de las estrellas en el mar. Para los adictos a los cócteles, el «Péché d’Eugénie», a base de licor Saint-Germain, Amaretto, concentrado de fresa y champán.
Gustavo Egusquiza @GusEgusquiza
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