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Ayer el Ayuntamiento de Madrid negaba a la escritora Almudena Grandes el reconocimiento que la buena literatura y el hecho de ser una de las escritoras en lengua española más leída, le otorgan por derecho; ser nombrada, cuanto menos, hija predilecta de Madrid, la ciudad donde nació y murió. El Partido Popular, Vox y Ciudadanos se aliaron para negarle ese honor, pero además, también rechazaron que la ilustre escritora diera nombre a una calle a la altura de su talento literario y de su prestigio -se propuso el Paseo de los coches en El Retiro- y que una biblioteca se llame como ella.
¡Nada! Como si no hubiera existido.
Esta es la forma que tiene la derecha española de “enterrar” todo lo que no suponga la reivindicación del patrioterismo y lo que ellos llaman orden y tradición.
En el Partido Popular están tan “extremados” que incluso Mariano Rajoy ha advertido en su libro “Política para adultos” a Pablo Casado, de que se aleje del populismo de Vox. Así tal cual.
Sí. Rajoy ha escrito un nuevo libro en el que atiza a todos menos al PP y al PSOE. Añora el bipartidismo, pero este es otro asunto, aunque siguiendo el hilo del expresidente en su libro, es bien cierto que la mentalidad de PP, Vox y Ciudadanos de Madrid debe estar muy infantilizada y los cocientes intelectuales de manera preocupante en negativo, para llegar a la conclusión de que el arte, la literatura, el talento, el genio… hay que identificarlos a través de la ideología.
Las mujeres y hombres como Almudena Grandes son mucho más que “de izquierdas”. Son espíritus libres, gentes fascinantes capaces de poner en valor al ser humano por encima de cualquier “ideal”.
Hoy, Día Mundial del Sida dedicado a poner en valor los avances científicos sobre esta pandemia, la sesión del Congreso no ha podido ser finalizada con una declaración institucional sobre esta conmemoración, porque Vox la ha vetado. Cuarenta años después de que el virus VIH comenzara a matar indiscriminadamente a ricos y a pobres, a famosos y a anónimos, a progresistas y conservadores o a héroes y a villanos, gente como Abascal y sus simpatizantes siguen considerando a los afectados como apestados.
¿Qué está pasando en política que ya no se guardan las formas del respeto democrático, ni siquiera por vergüenza?
En fin. No existe ni un solo motivo por el cual la figura de Almudena Grandes haya tenido que ser sometida a semejante agravio. A no ser ¡claro! que la capacidad intelectual de los que lo han cometido sea nula.
Al parecer, la democracia española debe soportar que un premio Nobel de literatura como es Vargas Llosa, manifiesta en un foro del partido de la oposición que “lo importante de unas elecciones no es que haya libertad, sino votar bien«, pero tiene que escandalizarse hasta llegar al negacionismo, cuando una intelectual de incuestionable valía eleva la verdad histórica al estatus de argumento literario en sus libros, con una maestría y una delicadeza colosales.
“Con odio has vivido y con odio has muerto” Así se despedía Vox en un tuit de Almudena Grandes. Pero el problema no es Vox. El problema es que la democracia baila con Vox.
Foto: Diario de Madrid – Diario de Madrid – Almudena Grandes: “Todos somos Madrid, una ciudad enamorada de la felicidad”, CC BY 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=76682797