Es un asunto de escasez. Acceder a las materias primas es cada vez más costoso y los grandes suministradores están abandonando las inversiones. Las producciones de petróleo, carbón, uranio, litio, níquel, cobalto, plata, tierras raras e incluso de gas ya no son rentables y ponen en peligro el sistema económico del crecimiento infinito. No hay seguridad energética. El investigador Antonio Turiel lo explica en esta entrevista.
Según Turiel, investigador científico del CSIC, ya estamos experimentando problemas provocados por la escasez de energía, pero en concreto, sobre la energía eléctrica sí existe un riesgo técnico, sobre todo en Centroeuropa, de que pueda producirse un apagón.
“El máximo de producción de carbón se produjo en 2014, la de uranio fue en 2016, la del petróleo tuvo lugar en 2018 -aunque la de los petróleos más versátiles llegó en 2005-, y la de gas a nivel mundial todavía no se ha tocado, pero sí ha afectado a nuestros principales proveedores que son Rusia y Argelia” A. Turiel, investigador CSIC
Rusia y Argelia tocaron su techo de producción hace diez años. Su consumo interno ha aumentado y esto lleva a que sus exportaciones se resientan. Todo esto genera una tormenta perfecta energética. Una crisis energética global que, además, afecta a todas las materias primas no renovables. Tras la reactivación económica después del confinamiento, estos límites se están manifestando con mucha intensidad.
Vídeo de la grabación de la entrevista emitida en directo con Antonio Turiel el 5 de noviembre de 2021
El impacto de la escasez de estas materias primas en la economía es diverso. El precio del petróleo no plantea un problema en estos momentos aunque permanece alto, pero la producción de diesel, que ahora es un 15% inferior a la de 2015, sí. Esta situación genera un encarecimiento del transporte por carretera.
“La crisis de los camioneros, que comenzó en el Reino Unido y luego se extendió a EEUU y a Europa, se genera porque al incrementarse los costes del transporte las empresas han reducido el salario a los camioneros empeorando sus condiciones de trabajo. Esto ha generado una fuga de trabajadores hacia otros sectores” Antonio Turiel
El precio del diésel está afectando también a la explotación de minas de todo el mundo. Los costes de extracción de las materias primas son muy altos, lo que lleva a que algunas minas cierren y otras no se lleguen a abrir. El transporte marítimo es también una víctima del incremento del precio del diésel. Con la nueva normativa internacional el contenido de azufre del combustible de los barcos debe ser más bajo. Los portes marítimos se han multiplicado por diez.
“En todas estas crisis hay otros factores además de los energéticos, pero es evidente que en la actual existe un ‘factor energético’ que cada vez va pesando más”
La crisis del carbón y del gas está causando problemas con el precio de la electricidad tanto en Asia como en Europa. En China e India los apagones son ya habituales. No olvidemos que estas potencias demográficas aglutinan un tercio (el 35%) de la población mundial. En Europa el problema se centra en sus principales proveedores: Rusia y Argelia; y ambos países están en decrecimiento productivo.
Podcast con el audio editado de la entrevista de Gema Castellano y Antonio Turiel
Todo unido a la especial característica del mercado que fija el precio del mix energético al precio del kilovatio de la fuente más cara en cada momento (los conocidos como «beneficios caídos del cielo» o «windfall profits«) nos lleva de refilón -según Antonio Turiel- al apagón, en este caso ‘voluntario‘ por cese de actividad ante el alza del precio que hace inviable económicamente la actividad de determinados sectores (como los altos hornos, las acerías o las plantas de fertilizantes).
La Red Eléctrica en Europa está superconectada entre países. No ocurre con España, que no está tan bien interconectada con otros países europeos. La Península Ibérica es lo que se ha llamado una “isla energética”. Bajo el punto de vista del mercado era un inconveniente, pero curiosamente, advierte Turiel, esta situación nos protege. España tiene solo dos conexiones importantes con Francia y si de repente llega una gran inestabilidad desde Europa, el Regulador aislaría España para evitar el contagio.
“Pensar que en España se puede producir una gran perturbación que destruyera instalaciones a una escala masiva sin tiempo a reaccionar es hoy por hoy impensable”, asegura el científico del CSIC.
Respecto a los planes de Transición Ecológica en toda Europa, Turiel piensa que son poco adecuados a la realidad que estamos viviendo. Entre otros aspectos, argumenta, porque son modelos pensados para un sistema cuyo objetivo económico es continuar creciendo y esta premisa es inviable. Uno de los cuellos de botella es el acceso a materiales.
Escucha la entrevista, editada, en Spotify
En lo que respecta a la realidad sobre la energía a nivel mundial, Antonio Turiel defiende que hay presiones muy fuertes de países poderosos, para que no se sepa la verdad de lo que en realidad ocurre, por miedo a posibles consecuencias económicas graves.
“Según una noticia publicada en The Guardian en 2010 -cuando un soplón de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) facilitó información- la Agencia no facilitaría información sobre sus predicciones por presiones de EEUU”
El mundo se enfrenta a una situación inédita que sitúa en posición de ‘jaque mate‘ al sistema económico y social por los que ahora se rige. La escasez de recursos sume al planeta en la incertidumbre y en la inseguridad. Una acertada gestión de esta crisis por parte de las grandes potencias se impone.
Antonio Turiel, Investigador Científico en el Instituto Ciencias del Mar del CSIC, lleva décadas analizando la tendencia.
¡Ahora se interesan los políticos!
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