Es socio cofundador de la productora audiovisual BTF Media, pero ante todo es uno de los profesionales del sector en habla hispana más influyentes del momento. A Francisco Cordero le gusta remarcar que su liderazgo se debe a la honestidad y al trabajo bien hecho, pero en una industria tan competitiva y en plena expansión como la de los contenidos audiovisuales, es evidente que no sería suficiente. Cordero posee un extraordinario carácter disruptivo que le permite ir por delante de los acontecimientos. Intuye los cambios en las audiencias y en los mercados de manera natural y tiene los redaños para confiar en su propio olfato y actuar. Necesita retos.
Mientras muchos de sus competidores se debaten todavía sobre cómo reaccionar ante la resaca del impacto de la pandemia, él toma posiciones internacionales consciente de la atomización del mercado, de la importancia de ‘lo local’ y de que es importante entender que las formas de cautivar a la audiencia ahora son otras.
Hemos hablado con él con el objetivo de saber hacia dónde se dirige la industria audiovisual y su respuesta ha sido rápida. En síntesis, “inteligencia artificial”.
Además de socio cofundador y CEO de BTF Media, productora de contenidos audiovisuales, es usted uno de los líderes más acreditados de la industria audiovisual en español. ¿Cómo se consigue diseñar un producto a gusto de todos en un mercado tan global?
Ese es el Santo Grial de esta industria. Hemos diseñado un sistema de análisis de mercado donde podemos detectar las necesidades de la audiencia y las preferencias de nuestros clientes y de las distintas ventanas donde mostramos nuestro contenido audiovisual. Entiéndase por ‘nuestros clientes’ Plataformas ‘stream’, operadoras de cable, canales de televisión abierta, etc. Obviamente dedicamos mucha atención a la exhibición, ya que la primera ventana que cambió mucho en el sector fue el cine post pandemia.
Nuestro centro de producción, donde se localizan nuestros ‘head writers‘, está ubicado en Miami y tenemos oficinas de producción en cuatro países de Latinoamérica y en España. Pero nuestro mayor hub de producción está en Ciudad de México que, junto a Brasil, es líder de audiencia en la región y donde destinamos el 80% de nuestra producción. Esto hace que se nos considere líderes de la industria audiovisual en habla hispana.
La alta demanda de contenidos independientes impulsada por el auge del crecimiento de las plataformas supone una oportunidad de posicionamiento internacional en estos momentos. ¿Cuál es su estrategia de expansión en este sentido?
Nosotros ya hace casi 6 años que abrimos nuestra primera oficina en España. Un proceso orgánico y muy lógico como productora americana o latinoamericana por una sencilla razón: el idioma. Es el mercado de más crecimiento ya que se facilita el acceso a todo el continente europeo y plantea muchos retos como generar contenido que funcione en los dos continentes sin perder el foco ni la esencia de cada uno de sus mercados. Ahora estamos en un proceso de coproducción con algunas productoras españolas para encontrar este híbrido que nos pueda funcionar para los dos mercados. Existen muchos casos de éxito como «La Casa de Papel» o «Èlite«, contenidos españoles que funcionaron muy bien para Latinoamérica. Nuestro objetivo está en ampliar un poco más el mercado en España y de ahí generar oportunidades para empezar a hacer colaboraciones en otros países europeos como Italia y Francia. Hace ya casi cuatro años produjimos «Maradona. Sueño bendito» y grabamos en cinco países, entre ellos España e Italia. Ahí nos dimos cuenta de que se puede crecer de forma orgánica en esos mercados siendo una productora latinoamericana.
La pandemia ha supuesto un antes y un después para la industria. ¿Cómo le ha afectado a su productora?
A nosotros prácticamente no nos afectó porque sólo estuvimos ‘parados’ cuatro o cinco meses. De hecho supuso todo un éxito. Desde marzo hasta septiembre aplicamos protocolos covid muy estrictos y estuvimos trabajando desde casa para que nuestros clientes, las plataformas, tuvieran contenido en una época donde el consumo era masivo. Creamos doce series y dos películas en dos años. A nosotros nos funcionó y nos hizo crecer. En los años 2020 y 2021 doblamos las ventas y las producciones y desde entonces cada año hemos crecido casi el doble, tanto en facturación como en generación de contenidos.
La unificación de los mercados precisamente de los mercados latino y español es una de sus obsesiones. Pero es un mercado brutal en un entorno hipercompetitivo. ¿Cómo se generan las estrategias para poder sobrevivir en este manglar de caimanes?
Servicio y calidad. Nosotros optamos por pequeños hubs de producción para atender el mercado local en los países claves. Esta estrategia que en su momento fue muy criticada ha demostrado ser acertada. Esa apuesta la hicimos cuando empezamos a crecer y a abrir oficinas en todas las regiones. Esa generación de contenidos locales junto a grandes producciones marcaron nuestra ventaja competitiva tanto de cara a nuestros clientes como en el mercado. Poder generar contenidos locales de calidad en cada uno de nuestros hubs garantiza a las plataformas contenidos de relevancia para todas sus regiones.
Nuevas tecnologías, realidad virtual, inteligencia artificial… Esto plantea otro tipo de alianzas, otro tipo de inversiones, otro tipo de cualificaciones para ofrecer productos más competitivos. ¿Está pensando usted en esto?
En BTF Group tenemos un pequeño fondo de capital privado desde el que estamos constantemente invirtiendo en empresas del sector que representan un cambio disruptivo. En la producción de “Maradona” por ejemplo recurrimos a la tecnología para llenar los estadios cuando antes eso suponía recurrir a muchísimos extras. Es fundamental un mapeo cultural para conocer un poquito la necesidad de las audiencias. También tenemos algo de inversión en inteligencia artificial, pero ten clara una cosa: son una ayuda. En esta industria aún necesitamos de mucho talento y mano de obra que no puede cubrir la tecnología.
Se abre también un gran vacío legal en este aspecto. ¿Cómo se va a resolver?
Yo creo que el vacío legal siempre ha estado, está y siempre estará presente, porque cada país maneja la propiedad intelectual de distinta forma. Es muy complicado y eso para nosotros es un reto constante porque, reitero, cada país tiene distintas legislaciones. Nosotros tenemos muy bien definido el proceso de qué proteger, qué retribuir y cómo hacerlo en todo el proceso de la cadena de producción – ‘chain of title’ en inglés- Y si el qué y el cómo es complejo ahora, no te quiero decir cuando exista una idea de parte de una computadora o cuando el guión parta de una IA . ¿Quién va a ser el dueño? Los retos ahí son enormes y hay que intentar converger en una legislación común.
En Europa es importante y además muy habitual la colaboración público privada en producciones audiovisuales. ¿Está usted trabajando en este aspecto?
Sí. De hecho en 2016 lanzamos el primer fondo de capital privado para la industria audiovisual que nos ha funcionado muy bien en México, en proporción de participación uno a uno. Pero en España en particular, que es algo que yo conozco y no sé si en el resto de Europa es lo mismo, tienen muy bien desarrollado. Hasta el punto que hemos colaborado junto al gobierno de Jalisco en la redacción de un marco legislativo similar para promover todo el tema de alianzas público privadas. Son alianzas muy creativas. Tengo claro que ese es el camino para potenciar y desarrollar la industria audiovisual de un país. En ese sentido estoy muy familiarizado, he tratado de replicarlo en México donde somos líderes, y estoy muy agradecido por todo lo que he aprendido de España en este sentido como industria audiovisual.
¿Es el biopic el producto top de la industria en estos momentos?
La primera nominación que tuvimos al Emmy internacional fue por el biopic de Juan Gabriel en 2016 y nosotros fuimos la productora en Latinoamérica que abrió la caja de pandora en el mundo de las biopics. Después del impacto que supuso Juan Gabriel comenzó el auge de este formato. Pero el mundo de las biopics es muy complicado por una cuestión de derechos. Se adquieren los derechos de vida para generar una obra audiovisual de la persona de la que se va a hablar, pero hay muchos personajes auxiliares de los cuales hay que hablar forzosamente y de los que hay que conseguir los derechos también y eso, en algunos casos, es muy difícil. Nos hemos especializado en biopics y desde nuestra experiencia te digo, es un producto muy noble pero muy complicado. Hemos hecho la de Juan Gabriel, la de Jenny Rivera, la de Julio César Chávez, la de Sabina, Maradona… en previsión a Isabel Pantoja… tenemos mucha experiencia en eso y algunas funcionan, otras no. Puedes tener los derechos de alguien que crees que puede ser famoso pero luego para la audiencia no lo es. En resumen, nos hemos hecho expertos en biopics pero no es un producto fácil.
¿Hacia dónde va la industria?
Yo creo que la industria audiovisual ya está en un proceso de consolidación. Vino una generación voraz de contenido. Teníamos que llenar las plataformas. Teníamos que diferenciarnos de la competencia. Necesitábamos cambiar el modelo, y obviamente después de esta expansión llega una consolidación de mercado. Esta es una opinión personal: las plataformas van a tener que cambiar también su modelo de negocio dentro de este proceso de consolidación porque el modelo de generar contenido exclusivo ya no suma nuevos abonados. Esto va a abocar al cierre a muchas pequeñas productoras y a apretarse el cinturón a las medianas. Vamos a ver un proceso de integración vertical y horizontal tanto en los procesos de la industria, donde las plataformas van a empezar a comprar ciertas productoras para garantizar el volumen de producción que requieren de forma exclusiva.
Todo un desafío para las pequeñas productoras…
No para todas. Muchas serán adquiridas por las grandes. Nosotros adquirimos el año pasado dos pequeñas productoras, una en España y otra en México, pero no para producir contenidos si no por su creatividad. Necesitaban una gran productora como la nuestra para dar salida a sus ideas y no disponían de los recursos para hacerlo. En este caso será una oportunidad.