Hace unos días, en Catalunya Ràdio, el director de la Agencia Catalana del Aigua, Samuel Reyes, anunciaba que tras 2 años de sequía «el área metropolitana de Barcelona puede quedarse sin agua y entrar en fase de emergencia en 4 o 6 semanas“ así como que “está sobre la mesa” la posibilidad de traer agua en barcos como ya pasó en 2008.
Esto pasará, según ha dicho, cuando los embalses del sistema Ter-Llobregat estén por debajo de los 100 hectómetros cúbicos (actualmente están en 125 hm³) Reyes, que he de reconocer que ha sido muy honesto en sus declaraciones, ha dicho que “Los barcos tienen un impacto más visual y de concienciación que se capacidad de mover un gran volumen de agua” y que espera, así, «recuperar la percepción de la gravedad de la sequía como la que tenían los barceloneses hace 15 años.«
Finaliza con una reflexión de manual que resume algo en lo que siempre insisten los expertos en gestión de agua. El artículo 60 de la Ley de Agua es muy garantista y protege el uso doméstico por encima de cualquier otro, por lo que es difícil concienciar a la población de la gravedad de la situación cuando no sufren cortes y al abrir el grifo de sus casas sigue saliendo agua como siempre.
De modo que he recurrido a las entrevistas con Gonzalo de Lacámara que tenemos a este respecto, incluida la más reciente, e inédita, del pasado mes de mayo con el objetivo de desmontar algunas posverdades instaladas en el imaginario popular -alentadas y usadas por algunos políticos con fines espurios- que demuestran que este problema sigue estando más vigente que nunca.
En medio de la creciente preocupación por la escasez de agua a nivel mundial, el experto en políticas y gestión del agua, Gonzalo Delacámara, ofrece una perspectiva esclarecedora sobre la situación actual y futura y desmonta varias posverdades
Ya nos lo adelantaba en la entrevista exclusiva que realizó con Gema Castellano (DeP) el pasado 4 de junio de 2021 donde contrariamente a la percepción común de que estamos agotando nuestros recursos hídricos, Delacámara destacaba que la cantidad de agua en la biosfera permanece constante. Lo que realmente importa es la disponibilidad de agua potable, y aquí es donde surge el conflicto. A pesar de la abundancia de recursos financieros, el acceso al agua potable se vuelve cada vez más difícil debido a intervenciones en los procesos de gestión.
Entrevista a Gonzalo Delacámara, experto en políticas y gestión de agua
En esa entrevista, Delacámara, desafiaba la noción de que la falta de recursos financieros es la principal restricción para abordar la gestión sostenible del agua a nivel mundial. Y argumentaba que existen liquidez y recursos financieros, pero se toman decisiones erróneas debido a incentivos mal dirigidos.
La importancia de una regulación pública efectiva es clave para evitar la especulación.
Uno de los puntos críticos que se destacan en la entrevista es la crisis global del acceso al agua potable y saneamiento. Más de 2.700 millones de personas carecen de acceso seguro al agua potable, y 4.300 millones no pueden acceder a un retrete privado. Delacámara enfatiza que esto es un problema de gobernanza más que de mercados financieros.
En España el 70% del territorio está en riesgo de desertificación, y el 20% ya está desertificado. La agricultura intensiva en zonas con escasez de agua plantea desafíos para armonizar intereses económicos con planes de sostenibilidad.
El turismo, una parte crucial de la economía española, también se ve afectado por la escasez de agua en regiones como el Mediterráneo. Delacámara sugiere un enfoque en el tratamiento de aguas residuales para aprovechar la economía circular y garantizar la seguridad hídrica a largo plazo así como un modelo de simbiosis industrial.
Y es que no es la primera que abordamos el problema de la gestión del agua y su modelo de gobernanza.
En octubre de 2017 hablamos de otro aspecto importante en su gestión con Delacámara. En esa entrevista sacabamos datos como que en España existen más de 1.000 embalses y dos Planes Hidrológicos Nacionales antagónicos, desarrollados por José María Aznar y por José Luís Zapatero respectivamente, que no han terminado con los problemas de la “agricultura de regadío”, un sector al alza en un país seco que utiliza el 85,3% del agua disponible. O que además tenemos un problema de gestión de aguas residuales endémico en el que no se invierte lo suficiente y un debate abierto sobre si la gestión del servicio de agua, privatizado en un 53%, debía ser pública o privada.
Entrevista a Gonzalo Delacámara: la gestión del agua sigue siendo una asignatura pendiente en España
Los puntos que se abordaron en esta entrevista fueron
La complejidad de la Gestión del Agua en España:
La gestión eficiente del agua en España se ve obstaculizada, según el experto, por una serie de problemas fundamentales entre los que se encuentran los planes nacionales contradictorios, la insuficiente inversión en la gestión de aguas residuales y la privatización de los servicios de agua. Estos desafíos se suman a la complejidad inherente a la gestión del agua en un país con una demanda creciente y recursos limitados.
Desafíos con los planes nacionales de agua:
Uno de los principales puntos de preocupación es la falta de coherencia entre los planes hídricos nacionales implementados por diversas administraciones. Estos planes, lejos de resolver de manera efectiva los problemas relacionados con el riego y el uso del agua, han contribuido a la confusión y agravado la situación. El debate persistente entre la gestión pública y privada de los servicios de agua añade otra capa de complejidad a esta problemática, generando interrogantes sobre la dirección adecuada para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Turismo y consumo de agua:
El turismo, un pilar económico para España, también es un protagonista significativo en la ecuación del agua. Delacámara señala que el consumo de agua por parte de los turistas supera las estimaciones previas, planteando preocupaciones sobre la disponibilidad futura de agua y sus consecuencias ambientales. En la entrevista se destaca la necesidad de abordar no solo el consumo de agua turística, calculada en unos 180 ltr diarios, sino también el riego excesivo y las aguas residuales no tratadas, que presentan amenazas tanto ambientales como de salud pública.
Necesidad de una gestión integral del agua:
A pesar de la experiencia tecnológica de España en la gestión del agua, Delacámara subraya la urgencia de desarrollar estrategias integrales. La falta de un enfoque coordinado y holístico para abordar la complejidad de la gestión del agua deja al país vulnerable frente a los desafíos futuros.
Incapacidad para implementar planes de desalinización:
Aunque España ha exportado con éxito tecnología de desalinización, la implementación de planes nacionales basados en esta tecnología ha resultado infructuosa en el país. Esta discrepancia entre la experiencia tecnológica y su aplicación práctica destaca la necesidad de evaluar y superar barreras para la implementación efectiva de soluciones.
Importancia de la concientización:
El llamado de Delacámara a la conciencia colectiva sobre la gestión del agua resuena como un eco urgente en el contexto de los desafíos actuales. A pesar del liderazgo de España en estrategias de gestión y desarrollo tecnológico, es imperativo que todos los sectores de la sociedad comprendan la gravedad de la situación para garantizar un futuro sostenible.
La entrevista concluye destacando la importancia crítica de abordar las cuestiones de gestión del agua para el sustento de la vida. Un recordatorio contundente de la necesidad de acciones concertadas y decisiones informadas para superar los desafíos en la gestión del agua y asegurar un futuro sostenible para el país.