El BOE de hoy recoge un decreto del Ministerio de Consumo que incluye nuevas medidas contra las adicciones en el juego. La norma se suma a la aprobada a finales de 2020, centrada en la publicidad de casas de apuestas y similares.
De hecho, algunas medidas incluidas en el texto publicado hoy ya estaban en ese decreto, aunque varias de ellas se anunciaran ayer como novedades. La mayoría, además, entran en vigor en seis meses o un año.
Más mensajes de aviso
Una de las principales novedades es que obliga a que cada hora salte un mensaje automático de obligada lectura para seguir jugando que incluya las pérdidas acumuladas y otra información similar sobre la sesión. Esta obligación, que no será efectiva hasta dentro de un año, se suma a otros nuevos avisos que recibirán los jugadores. De hecho, quienes se inscriban por primera vez en una plataforma de juego recibirán uno en 24 horas máximo con las características y riesgos. Para menores de 25 años, ese aviso incluirá menciones específicas a los riesgos de adicción en jóvenes.
Además, se prohíben los mensajes, tras una pérdida, que suenen positivos, como “casi” o “estuviste cerca”. Esta última, que también entra en vigor en un año, es una de las únicas obligaciones que tienen que asumir los responsables de juegos en los que no se requiera identificación.
Topes a las pérdidas y el tiempo empleado en algunos juegos
Otro sistema que se deberá implantar en un año es el que permita, en determinados juegos, establecer antes de empezar un tope de tiempo y pérdidas máximas. Así, el jugador puede ponerse límites. Esto funcionará en las categorías de “otros juegos” y en lotería instantánea y presorteada. No se podrá terminar la sesión más tarde de lo establecido -sí antes, claro- ni perder más del máximo previsto.
El problema es que, si el jugador quiere volver en menos de una hora (no pasa nada si inicia nueva sesión en 61 minutos, por ejemplo) lo único que pasará es que le saltará un mensaje para avisarle, pero podrá volver a empezar. Estos topes se deberán marcar, de forma manual, antes de iniciar cada sesión.
También se limitan las pérdidas en las apuestas en directo. Nadie podrá apostar más del saldo inicial que tenía cuando empezó el evento más las ganancias obtenidas, esto es, no podrán ir aumentando su saldo durante el evento para apostar más en caso de perderlo todo.
Comportamientos de juego intensivo y de riesgo
Con la norma anterior, existían dos tipos de vetos posibles, además de los menores: aquellas personas inscritas en el registro de autoexclusión, que les prohíbe jugar a cualquier modalidad durante un periodo de tiempo; y aquellas que solicitaran una exclusión temporal en una plataforma concreta. Este decreto incluye dos nuevas variables con condiciones concretas: quienes tengan comportamientos de juego intensivo y comportamientos de riesgo.
Aunque la nota publicada ayer por el Gobierno establecía que los comportamientos de juego intensivo se miden por pérdidas iguales o superiores a 600 euros acumulados en tres semanas, lo cierto es que el decreto -que es lo que vale- no dice lo mismo: son pérdidas de al menos 600 euros a la semana durante tres semanas seguidas, bastante menos.
Cuando se detecten esos niveles de pérdidas continuados, en un máximo de 24 horas, los operadores deberán enviar un aviso a la persona explicándole que ha entrado en esa categoría y los datos de tiempo de juego, apuestas y pérdidas. Además, este tipo de jugadores recibirá de forma directa un mensaje con el resumen mensual de su actividad. Para el resto, ese resumen mensual deberá estar disponible y recibirán un aviso cada tres meses para decirle que existe y lo pueden consultar. Además, aunque esto ya dentro de un año y no seis meses, como el resto de estas medidas, no podrán utilizar tarjeta de crédito para sus apuestas.
Las medidas son muy similares para la otra categoría, la de personas con comportamientos de riesgo: se les avisará por mail de que están en esa categoría y, si no responden en 72 horas, se les cortará el acceso. Además de no poder recibir promociones, publicidad, ni trato VIP, solo podrán utilizar medios de pago nominativos y de su titularidad y no tarjetas de crédito.
Y, ¿cómo se establecerá quién está teniendo un comportamiento de riesgo? Las empresas deberán establecer un protocolo para su detección, con patrones claros que deberán comunicar una vez al año a la administración, así como las cifras de cuántas conductas de ese tipo han detectado. Estos sistemas deberán estar en marcha en seis meses, pero el Gobierno se da dos años para desarrollar su propio mecanismo de detección.
Otras medidas que incluye el decreto pasan por dar formación a los empleados sobre juego seguro, evaluar a cada jugador antes de incluirle entre su clientela privilegiada o VIP, una categoría en la que no pueden estar nunca los menores de 25 años, por mucho que gasten. De hecho, deberán darles de baja, si ya lo están, en seis meses y tres días. Además, esos jóvenes tampoco pueden ser objeto de promociones.
En paralelo, las empresas están obligadas a poner en marcha en seis meses sistemas que eviten la suplantación de identidad (que permitiría que personas vetadas participaran). Y tienen que asegurarse que la devolución del dinero se hace en los mismos términos que los ingresos iniciales.
Por otro lado, incluye aspectos ya regulados en 2020 como la obligación de tener a una persona en cada empresa responsable de juego seguro, la información obligatoria en sus páginas web, un servicio telefónico de apoyo a las adicciones o la prohibición de publicidad de casas de apuestas en muchos supuestos.
Eva Belmonte, 15 marzo 2023
Artículo publicado originalmente en Civio