Tiene estructura, delicadeza y suavidad. Tiene eso de auténtico y aquello de singular. En pocas y llanas palabras, tiene lo que hay que tener. De atractivo color rojo picota, con pronunciados aromas de frutas rojas y negras y torrefactos, Torre de Oña 2009 afronta su cometido final con una entrada suave y dulce que deriva en un recorrido de discreta acidez, proceso que finalmente se convierte en una experiencia intensa y delicada, amplia y prolongada.
La bodega riojana ha introducido algunas novedades en esta nueva cosecha, entre las que destaca una mayor y más estricta selección de las parcelas y de los lotes destinados a la elaboración, so pena de reducir por ello la producción. A partir de ahí, una crianza de 20 meses exclusivamente en barricas de roble francés y caucásico (la primera cosecha en la que se prescinde del americano), una posterior y no menos sosegada guarda en botella y un vino al que todavía se adivina un largo futuro.
Su artífice ha sido Julio Sáenz, director técnico de Rioja Alta S.A., grupo consagrado que en 1995 se hizo cargo del proyecto de Torre de Oña con la idea de elaborar vinos de excelente calidad en uno de los mejores pagos de Rioja Alavesa.En un afán por la experimentación que se remonta al año 2005, este reserva 2009 nos llega como el resultado de una elaboración de las parcelas por separado, de nuevas técnicas (maceración pre-fermentativa en frío o maloláctica en barrica al 70 por ciento), de un conjunto de novedades introducidas con el objetivo declarado de conseguir un vino más afrutado y con mayor estructura que en años anteriores.
Elegancia innovadora capaz de resumir lo mejor de la tierra en una botella.
Mar Villasante
@MarVillasante
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