R&G Rioja se presenta como un tempranillo con diez meses de crianza en barrica de roble americano y un mínimo de cuatro meses en botella. Michel Rolland declara que buscaba “un vino sin tanino pero con buena densidad y concentración”. Destaca, además, el equilibrio de la fruta y la madera (de la última el enólogo asegura que se rebajará con el envejecimiento en botella), un paladar intenso y amplio, carnoso, con un paso elegante y un final suave y largo. De momento, en el mercado podemos encontrar la cosecha 2010 (por cierto, con 93 puntos Peñín), porque la de 2011 todavía no se ha embotellado.
Foto: Rolland Galarreta
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