La caída de la cosecha de cereales de invierno viene provocada por la sequía, que es una de las más fuertes por las que atraviesa este país desde 1947, según el Ministerio de Medio Ambiente. En trigo, la superficie dedicada a su cultivo ha crecido un 21 por ciento, pero su cosecha ha descendido un 15 por ciento. Se emplea más terreno para recoger menos producto.
La situación es tan preocupante que el Ministerio de agricultura ha reabierto la llamada mesa de la Sequía, que integran las instituciones oficiales y las organizaciones agrarias. El Gobierno prevé que tendrá que triplicar el dinero que tiene presupuestado para 1999 para paliar los daños por la sequía. De ser así, los 26.000 millones de pesetas previstos para este fin podrían pasar a ser 78.000 en los próximos días.