Durante el año en curso se produjeron cinco casos de aviones que en momentos de emprender el aterrizaje en el aeropuerto Ben Gurión casi terminan el vuelo en tragedia.
El último caso se produjo hace unos días, cuando un «Tupolev» ruso se agregó a la lista al confundir durante la noche, -como lo hicieron otros antes-, la pista de aterrizaje que debía tomar en el aeropuerto Ben Gurión con la carretera que conecta Jerusalén y Tel Aviv.
La torre de control del aeropuerto registró la confusión a tiempo y alertó a los pilotos del «Tupolev» para que cambiaran su rumbo, justo cuando el avión estaba ya en la fase de aproximación a «pista» (en realidad, la carretera).
El problema radica en que por la noche se autorizan los aterrizajes en una sola de las tres pistas de las que dispone Ben Gurión, dado que la Corte Suprema cerró una de ellas por colindar uno de sus límites con zonas pobladas en el moshav Bnei Atarot. La segunda fue cerrada por Tzáhal, que la utiliza para sus aviones.
Cuando realizan la maniobra de aproximaci¢n, los aviones deben tomar el rumbo de la carretera Jerusal’n-Tel Aviv, realizar un giro de 180 grados por encima de la regi¢n de Modi¡n y s¢lo entonces aterrizar.
S¢lo que en la mencionada pista no existe el sistema ILS de seguimiento y aterrizaje autom tico -segon la Direcci¢n de Aeropuertos porque los montes bloquean el rayo emitido por el ILS- y los pilotos se ven obligados a maniobrar «como en los viejos tiempos», bas ndose en su propia visi¢n y no con los dispositivos de avanzada que les suministran todos los datos necesarios con exactitud.
Es as¡ como desde lo alto pueden confundir las luces de los coches en los tramos m s rectos de la carretera con las de se_alizaci¢n de la pista y s¢lo la advertencia de la torre de control puede evitar la cat strofe (eso siempre que el otro piloto entienda bien ingl’s y que ninguna radio pirata de la zona interfiera en la comunicaci¢n).
La soluci¢n es obligar a Tz hal a ceder la pista alternativa, o bien cambiar el sistema de iluminaci¢n por otro distinto e inconfundible. Pero cambiarlo significar¡a un gasto de decenas de miles de d¢lares, presupuesto aparentemente no disponible.
Aurora
CONFUSIONES PELIGROSAS
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