Cyberspace Electronic Security Act. ( CESA ). Esta es la ley mediante la cual las autoridades norteamericanas podrían , si es aprobada por el Congreso, violar los sistemas de encriptación de internautas sospechosos, e investigar totalmente sus ordenadores.
La encriptación, que permite bloquear el acceso a ciertos ficheros a las personas que no disponen del código o llave del sistema de encriptación, ( como es el caso por ejemplo del GPG), es una protección habitualmente utilizada para encubrir actividades criminales, pero también tiene sus virtudes, como son garantizar al usuario confidencialidad en un medio tan abierto como es Internet.
Lo que resulta sorprendente de este caso es que sea EE.UU quién pretenda adoptar una tal ley, que evidentemente afectará a todos y servirá para que cualquier ciudadano pueda ser investigado, porque, + quien garantiza al usuario que no va a ser falsamente acusado?.
Si la ley es aprobada por el congreso, los investigadores podrán obtener del juez la autorizaci¢n de personas incriminadas, adem s, esta autorizaci¢n ser confidencial, por lo que el factor sorpresa est garantizado.
La administraci¢n Clinton espera ganar la batalla contra la pornograf¡a infantil o el terrorismo con esta ley, pero segon expertos, lo onico que conseguir n es una ley que permitir a polic¡as e investigadores con m s o menos buenas intenciones, entrar en el domicilio de cualquier persona e invadir su intimidad. No olvidemos que los delincuentes y terroristas que se dedican a operar en la Red, disponen tambi’n de sistemas sofisticados que les permitir , sin duda, escapar de esta «»caza de brujas»», m s propia de la inquisici¢n que de cualquier sistema democr tico.
No es la primera vez que el gobierno de Clinton intenta algo similar, aunque hasta ahora el Congreso ha evitado cualquier tentativa.
La oltima vez, anterior a la ley a la que nos referimos, fue cuando el presidente intent¢ poner en funcionamiento el FidNet ( Federal Intrusion Detection Network ), un dispositivo de protecci¢n de las web¡s oficiales norteamericanas, con fines de intercepci¢n y recolecci¢n de datos de los usuarios, americanos o no, que se conectaran a esas web¡s. Los parlamentarios prohibieron tajantemente poner en funcionamiento este sistema.
La tenacidad de los legisladores norteamericanos por perseverar los derechos de los ciudadanos, choca de lleno con la antigua fijaci¢n del ejecutivo de reforzar el control sobre las operaciones en l¡nea. Durante a_os, el gobierno ha intentado imponer a los constructores inform ticas la integraci¢n de sistemas de control en las m quinas. Confiemos en que los legisladores en este caso tampoco apoyen al presidente.
CYBERSPACE ELECTRONIC SECURITY ACT
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