Según datos de la Asociación para el Reciclado de Productos de Aluminio (ARPAL), el reciclado de los botes de aluminio, además de permitir un ahorro de energía del 95 por ciento y de materia prima, crea empleo. De hecho, sólo los envases domésticos recuperados generaron el año pasado un volumen de negocio de más de 600 millones de pesetas, a pesar de la enorme dificultad de la recogida.
El bote de aluminio, material que puede reciclarse infinitas veces sin perder calidad, es el envase que más se recupera en todo el mundo, con cerca del 70 por ciento de los botes fabricados a nivel mundial. En Europa el año pasado se sobrepasó el 40 por ciento de tasa de recuperación, si bien hay diferencias importantes entre los países. Así, mientras en Suecia se recupera el 90 por ciento, en Francia no se ha llegado al 20 por ciento.
El año pasado se consumieron en España 3.990 millones de botes de bebida, de los que 1.690 millones estaban fabricados en aluminio, lo que supone el 42 por ciento del total. Además, los botes de bebida constituyen más del 80 por ciento de todos los envases de aluminio que salen al mercado para cualquier tipo de utilidad.
En los ultimos cinco años el reciclado de botes de bebida en España se ha multiplicado por cuatro, al pasar de un 5 por ciento 1993 al 20,9 por ciento alcanzado en 1998.