«Estoy satisfecho del resultado, pero no era en absoluto lo que me esperaba», declaró Harary, que permaneció toda la noche con su equipo de 36 personas para filmar «el milagro» en la meseta de Gizeh, al sur del Cairo. «Hemos tenido que superar muchos obstáculos pero todo se arregló en el último minuto», añadió.
El mago, de 36 años, se negó a dar más detalles porque según afirmó había firmado un contrato con la cadena de televisión estadounidense «Fox», que difundirá en septiembre su proeza durante un programa de dos horas sobre los Premios Internacionales de Magia.
Antes de la grabación, Harary había declarado que en lugar de hacer desaparecer la esfinge, iba a convertir al león con cabeza de hombre en «transparente». «Seguirá estando ahí, pero durante dos minutos se podrá ver a través», afirmó.