El ritmo imparable de avance de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información, especialmente tras la liberalización en España de este mercado, ha motivado que la práctica totalidad de los Bancos y Cajas de Ahorros españoles hayan dado el salto a la Red en busca de nuevos canales de distribución para llegar hasta sus clientes con nuevos servicios bancarios mejorados y personalizados.
La apuesta de las distintas entidades bancarias ha sido variopinta, ofreciéndose a los usuarios un amplio espectro de posibilidades en cuanto a la oferta de productos y servicios financieros que pueden esperarse en el panorama bancario español. Las posibilidades que brindan las innovaciones tecnológicas en telecomunicaciones y gestión de la información son ilimitadas: desde la consulta de saldos y movimientos de la cuenta corriente personal mediante televisión interactiva, pasando por la realización de transferencias y otras operaciones a través de un teléfono móvil con la última tecnolog¡a WAP o la compra-venta de valores y acciones con la colaboraci¢n de agentes financieros software a trav’s de Internet a precios muy ventajosos. El l¡mite tan s¢lo viene impuesto por la imaginaci¢n de los proveedores de contenidos y servicios.
Internet, l¡neas telef¢nicas, telefon¡a celular GSM y WAP, la futura UMTS, que har realidad en el 2002 las aplicaciones multimedia en los tel’fonos m¢viles, toda una pl’tora de tecnolog¡as despliegan un inmenso abanico de posibilidades para crear nuevas estrategias multicanal que optimicen la relaci¢n de las grandes entidades con sus clientes, buscando ofrecer nuevos productos y servicios mejorados y personalizados, te¢ricamente m s baratos.
Ahora bien, contrariamente al efecto deseado, los consumidores corren el riesgo de que, como resultado del nuevo ciclo de fusiones, adquisiciones y alianzas que est n teniendo lugar recientemente en Espa_a, se incremente el coste de los servicios a trav’s de la reducci¢n de ofertantes en el mercado financiero y el encarecimiento de la intermediaci¢n bancaria. Como consecuencia, los peque_os clientes perder n importancia ante los nuevos megabancos producto de las concentraciones bancarias que buscan afianzar el liderazgo a trav’s de un mayor tama_o. Estos clientes carecen con frecuencia de los conocimientos econ¢micos necesarios ante productos cada d¡a m s sofisticados, por lo que se vuelve acuciante la necesidad de ofrecerles informaci¢n clara y comprensible sobre los servicios financieros ofertados y establecer per¡odos de reflexi¢n que les permitan analizar las condiciones y compararlas con ofertas de otros bancos. Un uso mal’volo de la banca digital puede ser el empujar a los usuarios a trav’s de pantallas sucesivas hacia la contrataci¢n de servicios y productos en condiciones desfavorables, aceptadas irreflexivamente por el usuario, bien por ignorancia, bien llevados por la inercia generada por el h bil dise_o de las p ginas.
Otra asignatura pendiente en el mercado europeo es la creaci¢n y legitimizaci¢n del dinero electr¢nico, que permita dinamizar el sector del peque_o consumo dentro del cap¡tulo del comercio electr¢nico. En la actualidad, todav¡a ningon banco espa_ol ofrece dinero electr¢nico propiamente dicho, h bil para compras al por menor en Internet, basadas en micropagos, que permiten pagar bienes y servicios por importes tan peque_os como se quiera, incluso de una sola peseta o fracciones de peseta. Los modelos de pago actuales mediante tarjeta de cr’dito, apoyados en SSL o SET, resultan inadecuados para compras de escaso valor, por lo que se est n buscando soluciones alternativas. Los Bancos y Cajas deber n desarrollar nuevas normas que garanticen el funcionamiento y seguridad de este medio de pago y establecer los requisitos que la emisi¢n de dinero electr¢nico deber cumplir. Un requisito fundamental de todo medio de pago debe ser la interoperabilidad, especialmente en un mbito como Internet que no conoce fronteras geogr ficas. Mientras no se trabaje m s intensamente en esta l¡nea, el sector del peque_o consumo seguir siendo una quimera en Internet.
Por otro lado, todav¡a los mecanismos de seguridad implantados en la mayor¡a de Bancos y Cajas no son completamente satisfactorios para una actividad como la bancaria, en la que el usuario no s¢lo consulta saldos y movimientos de sus cuentas y tarjetas, sino que tambi’n puede efectuar transferencias y traspasos, as¡ como comprar y vender acciones. Tras la reciente aprobaci¢n del Congreso de los Diputados el pasado 21 de octubre de 1999 del Real Decreto Ley sobre la Firma Digital, no se puede admitir que los bancos se demoren mucho m s en la implantaci¢n de certificados digitales como soluci¢n para la identificaci¢n bilateral de las partes implicadas en las transacciones a trav’s de Internet. Queda por ver hacia qu’ tipo de soluciones tecnol¢gicas se caminar en otros medios de acceso que ir n volvi’ndose paulatinamente m s populares como la TV interactiva digital o el tel’fono m¢vil con acceso a Internet a trav’s del navegador WAP.
Adem s, es de esperar una l¡nea de actitud de los Bancos y Cajas m s comprometida con el fomento y desarrollo del comercio electr¢nico en Espa_a, que aon est muy verde. En el futuro pr¢ximo deber n ofrecer m s soluciones para las peque_as y medianas empresas, proporcionando soporte de TPV (Terminales de Punto de Venta), asesoramiento y facilidades para montar negocios en Internet y un descenso en las comisiones y mayor protecci¢n para los comerciantes en l¡nea; involucrarse m s profundamente en el despliegue de SET, firmando acuerdos con organismos de certificaci¢n electr¢nica, de manera que comiencen a emitir a gran escala certificados digitales para sus clientes; formar mejor a su personal en las nuevas tecnolog¡as e inaugurar servicios t’cnicos de ayuda para usuarios de banca digital y comercio electr¢nico, cualificados para solucionar las consultas en este nuevo mbito; buscar nuevos modelos de negocio aprovechando el potencial siempre en aumento de la tecnolog¡a, como el acceso m¢vil sin hilos o los agentes software. Aunque muchos Bancos y Cajas de Ahorro est n llevando a cabo t¡midos experimentos en este campo (Banesto, Bankinter, la Caixa), la sensaci¢n externa que se percibe es de poco convencimiento.
Se ha progresado significativamente en materia de disponibilidad de servicios y productos, comodidad y flexibilidad de uso, acceso a informaci¢n en tiempo presente de valores burs tiles y noticias econ¢micas, democratizaci¢n de mercados, reducci¢n de precios y comisiones, asesoramiento y otras facetas de la actividad bancaria y financiera. Sin embargo, estos avances entra_an sus riesgos para los clientes y distan mucho de configurar un mercado ideal, que en el futuro tiende a estar dominado por un pu_ado de grandes bancos. Como siempre, el usuario de a pie, pagar la cuenta.
Gonzalo -lvarez Mara_¢n
criptonomicon@iec.csic.es
Bolet¡n Criptonomic¢n #59
http://www.iec.csic.es/criptonomicon
LA NUEVA BANCA DIGITAL DEL SIGLO QUE VIENE
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