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La investigación se limitó a estudiar los sedimentos industriales en un periodo de 125 años. Pero en sus conclusiones precisa que el plomo y el zinc encontrados en los fondos de la Bahía de Cádiz tienen una antigüedad de entre 20 y 25 años, y el mercurio, de 40 años, tiempo aún insuficiente para su desintegración natural.
Respecto a los análisis efectuados para detectar otros metales pesados, considerados como muy contaminantes por su persistencia en el tiempo y su posible penetración en la cadena trófica, el estudio constata que no existe contaminación por cadmio y que la actividad industrial de la zona no ha producido cesio, material radiactivo.
