En el primer trimestre de 1999, el nivel de empleo femenino ha subido un seis por ciento respecto al primer trimestre de 1998. Pero la ocupación masculina sólo ha subido un 2,8 por ciento.
A lo largo de las dos últimas décadas, más de dos millones y medio de mujeres en edad laboral han conseguido un trabajo en España, sobre todo las que tienen edades comprendidas entre los 25 y los 44 años.
Los analistas consideran que la incorporación de la mujer al trabajo se debe a que tambén está mejor preparada: en 1977, sólo había un 2,1 por ciento de ellas con titulación universitaria, mientras que en 1998 el porcentaje ha subido al 10,1 por ciento.
Lo que los analistas no tienen en cuenta son las condiciones laborales que padecen las mujeres. La incorporación de ellas al trabajo supone para muchas empresas un importante ahorro salarial, ya que mientras un hombre puede cobrar entre 200.000 y 250.000 pesetas al mes por una tarea concreta, una mujer que realice las mismas funciones puede cobrar entre 150.000 y 200.000 pesetas.
De hecho, Informativos.Net tiene casos concretos de discriminación laboral femenina. Por ejemplo, en una revista de actualidad que presume de "progresista", un reportero puede cobrar 250.000 pesetas mensuales, mientras que una reportera que realiza las mismas tareas informativas se ve obligada a trabajar durante más horas de su jornada laboral normal y cobra sólo 160.000 pesetas mensuales (es decir, 90.000 pesetas menos cada mes; un 36 por ciento menos).