La transnacional de los químicos y de productos transgénicos, Monsanto, empezó a construir una fábrica de herbicidas en Brasil, pese a la prohibición que tenía sobre ella.
Monsanto espera invertir unos 550 millones de dólares, de esta manera quiere reponerse del golpe que sufrió cuando la justicia brasileña le impidiera sembrar cientos de miles de hectáreas de soya alterada genéticamente.
La planta en construcción está ubicada en el complejo petroquímico de Camacarí, a unos 2600 kilómetros al noreste de Sao Paulo. Monsanto producirá su herbicida líder, el Roundup.
Esta transnacional intenta convertir a Brasil en el segundo productor de soya del mundo luego de Estados Unidos. Estos planes se vieron detenidos por la acción de grupos ecologistas que denunciaron ante la justicia la falta de un estudio de impacto ambiental entorno a la soya alterada. (Br/LY/Em/Co-Ec/mc)
550 MILLONES DE DÓLARES PARA UNA PRODUCCIÓN ILEGAL
186