Dorotea Virginia Granados, una anciana estadounidense de 70 años de edad, es víctima de una tenaz persecución de parte de las autoridades de migración, que intentan expulsarle del país. Esto se debe a órdenes expresas del presidente Arnoldo Alemán.
El pasado 14 de noviembre el presidente Alemán llegó hasta la cooperativa Mulucucú, que posee un dispensario de salud, y amenazó a las presentes con echarles presas porque supuestamente éstas solo atendían a la gente que cantaba el himno del Frente Sandinista.
Las mujeres reaccionaron ante la amenaza y como entre ellas se encontraba Dorotea Virginia Granadas, que trabaja en dicha unidad de salud , Alemán ordenó su expulsión del país a través de las oficinas de migración.
Ha sido tal la persecución contra Dorotea, que al momento debió refugiarse en algún lugar de Nicaragua. La Comisión de Derechos Humanos indicó que Dorotea se encuentra muy mal de salud y responsabilizaron al gobierno de Alemán de lo que le pueda suceder.
Los ministerios de Gobernaci¢n y Salud intentan declarar a la cooperativa y al dispensario como ilegales, pero se ha demostrado con papeles que los dos est n con la documentaci¢n en regla y con registro en los organismos estatales respectivos.
Dorotea, tiene los documentos en regla y legalmente no puede ser expulsada del pa¡s, indica la Comisi¢n de Derechos Humanos, quien se_al¢ adem s que «Esta mujer lo onico que ha hecho es llevar la salud a miles de campesinos que se encuentran al margen del sistema oficial de salud». (Ni/QR/Au-Po/Dh/mc)