COCO SANCH+ EN DAJABÓN

El Valle Fello, en República Dominicana, está que se ríe con la muela de atrás. Desde que escuchó lo que está ocurriendo en Dajabón, entre las autoridades y los agricultores de la Unión Campesina Autónoma y el Padre Regino, no deja de frotarse las manos. Hay que celebrar dos veces los triunfos de los pobres, de los pueblos olvidados de la frontera dominicana.
Las tierras están a punto de conseguirse, pero antes de sembrarlas, hay un fruto que ha de compartirse con todos los pobres de esta tierra: el triunfo de la Justicia y de la institucionalidad, dos «pilotillos» de la democracia en los que rara vez pueden arrimarse los pobres.
La historia de Coco Sanché en Dajabón, República Dominicana, es larga pero sencilla. Todo comenzó entre campesinos sin tierra alentados por líderes cristianos. En 1983 el gobierno crea el Parque Nacional de Montecristi mediante el Decreto 13-15 con la ordenanza especial de absoluta protección de la flora, la fauna y toda la vida silvestre de la Laguna de Saladillo. Hasta ah¡ funcionaba la institucionalidad.
Pero comienzan los cabildeos de los terratenientes para desconocer las tierras protegidas. Tres a_os despu’s, en 1986, el gobierno emite otro decreto estableciendo nuevos l¡mites para el Parque Nacional de Montecristi. Ese decreto dej¢ fuera la parcela 54-A1, precisamente donde est  ubicada la Laguna de Saladillo. Complacen a «tutumpotes» que cabildeaban los terrenos de la reserva forestal.
As¡ es como aparece por ejemplo el Se_or Rafael Lozano como propietario de grandes extensiones de tierra que se supon¡an parte de la reserva forestal. Lozano, hombre de gran influencia por su gran fortuna, realiza desmontes y seca pantanos.
Las organizaciones ecol¢gicas y las de agricultores de Repoblica Dominicana denuncian las depredaciones, pero ni la Direcci¢n de Parques ni la de Foresta prestan atenci¢n. Segu¡an triunfando las maniobras para desconocer la justicia y para desconocer la institucionalidad.
La Uni¢n Campesina Aut¢noma de Repoblica Dominicana, al ver que Lozano segu¡a tomando terrenos y las autoridades no hac¡an caso a los reclamos de los campesinos – agricultores, decide ocupar las tierras de Coco Sanch’ en Dajab¢n para recuperarlas.
La oltima acci¢n fue el pasado d¡a 17 de enero. Entran de inmediato los de siempre: !la polic¡a!. ¥Pero vaya sorpresa!!! Esta vez es el propio Jefe de la instituci¢n quien llega sin cascos negros y sin bombas lacrim¢genas.
El respeto y la influencia que se ha ganado el Mayor General Pedro de Jesos Candelier en diversos sectores de la sociedad dominicana es reconocido por los campesinos – agricultores de Sanch’, liderados por Rafael Bueno y el Padre Regino Mart¡nez. Realizan una reuni¢n el 20 de enero. Ah¡ deciden salir de los terrenos, confiados en que el alto funcionario gubernamental cumplir  lo acordado.
Candelier se va y en una semana logra mover a las Instituciones que en 22 a_os no escucharon a los campesinos. As¡ compromete a actuar al Director del Instituto Agrario Dominicano.
Llev¢ al Director de Parques. Sent¢ nueva vez al Gobernador Provincial de Dajab¢n; y hasta el se_or Rafael Lozano particip¢ del encuentro. Oficialmente los actuales incumbentes de las Instituciones que tienen que ver con la Reforma Agraria, las Tierras y la Agricultura comunicaron que «por fin» se har  el asentamiento agrario en Coco Sanch’.
Las tierras se est n midiendo. Con abogados, los campesinos investigan la legalidad de los terrenos que han depredado los terratenientes para determinar si deben volver al Parque Nacional o a la Reforma Agraria.
La Uni¢n Campesina Aut¢noma celebra ya el triunfo de que institucionalmente, los «campesinos – agricultores» sean escuchados. Las personas con dinero y con influencia pol¡tica hablan de democracia, pero a la hora de buscar lo suyo echan manos al cabildeo que viola las reglas institucionales y desconoce la justicia.
La palabra de las autoridades ahora est  empe_ada como nunca lo estuvo. Hay raz¢n entonces para celebrar riendo con la oltima muela, como lo ha hecho el Valle Fello cuando se enter¢ de lo que ha ocurrido en Dajab¢n, poblado vecino de Hait¡, en el noroeste de la Repoblica Dominicana. (Do/QR/Po-Au/Cs-Gp/pt).