1.- Los procesos organizativos internos. En el mundo entero, el eje fundamental de las sociedades es la familia. Para el mundo indígena, las familias se agrupan, generalmente, en formas históricas como las comunas o comunidades, y estas comunidades tienen lazos de unión entre sí.
En el caso de los grupos indígenas ecuatorianos de la sierra, la manera tradicional de organización es la comunidad. Dentro de las comunidades existen diversos grupos organizados como la comuna representada por el cabildo, las asociaciones, los clubes, las organizaciones de mujeres, los comités, las juntas de agua, etc., cada una de estas formas organizativas tienen distintas actividades e intereses definidos y están representadas por sus respectivos dirigentes.
Aparte de estas organizaciones internas, muchas veces existen otras personas o grupos que también intervienen en las decisiones que toma la comunidad. Pueden ser personas mayores en edad que gozan de mucho respeto por su sabiduría, personas que tienen muchos recursos o familias numerosas. El punto de vista de estas personas, as¡ como el de todos los/las comuneros/as es importante y debe ser tomado en cuenta aunque no formen parte de grupos organizados.
2.- La dirigencia de la mujer. Las mujeres ind¡genas han sido consideradas solamente para los trabajos dom’sticos y no se les ha dado iguales oportunidades que a los varones para estudiar y salir. A pesar de que esto ha dificultado su participaci¢n en las organizaciones y en la dirigencia de las comunidades, muchas mujeres se han destacado como l¡deres. En muchos casos estas mujeres cuentan con el apoyo de sus familias pero, sobre todo, son mujeres que tienen la capacidad y el valor de luchar por la igualdad de oportunidades tanto para hombres como para las mujeres.
Las mujeres l¡deres se forman en sus familias, comunidades, organizaciones de base y organizaciones de segundo grado. Las mujeres l¡deres no solo representan a otras mujeres, sino que pueden ser l¡deres de una organizaci¢n de hombres y mujeres o de sus comunidades.
Las mujeres l¡deres se forman tambi’n por necesidad, ya que deben asumir la responsabilidad total de sus hogares y de la comunidad debido a la migraci¢n de los hombres.
3.- L¡neas de acci¢n pol¡tica de las mujeres l¡deres. Las mujeres l¡deres deben asumir muchos espacios y responsabilidades para lograr la equidad en el desarrollo socio econ¢mico y pol¡tico de nuestra sociedad.
Familia: Siendo la familia el eje central de la sociedad ecuatoriana, es importante nuestra participaci¢n en las decisiones porque estamos aportando a la econom¡a de nuestra familia. Para esto es indispensable fortalecer nuestras organizaciones a fin de generar proyectos productivos y trabajar con miras a conformar una econom¡a solidaria y sustentable a mediano y largo plazo.
Las mujeres l¡deres ind¡genas deben denunciar cualquier forma de violencia que se d’ dentro de las familias. La violencia puede manifestarse en forma de violencia f¡sica, psicol¢gica o de discriminaci¢n de g’nero, como por ejemplo, impidiendo que las ni_as estudien por su condici¢n de ser mujeres o que tengan una sobrecarga de trabajo dom’stico ayudando a sus madres.
Comunidad: Es otro espacio en donde las mujeres debemos ampliar la participaci¢n, ya sea como dirigentes o como gestoras del desarrollo proponiendo propuestas sustentables, creadas y nacidas desde nuestra iniciativa y realidad, ya que somos las que enfrentamos y sufrimos la crisis en nuestras familias y en la comunidad.
En la comunidad, las mujeres l¡deres deben tratar de cambiar la concepci¢n de que solo los hombres pueden ser presidentes del cabildo. Se debe hacer tomar consciencia a hombres y mujeres que las mujeres pueden y deben ser tambi’n electas para estas dignidades.
Poderes locales: Las mujeres l¡deres ind¡genas debemos trabajar en la democratizaci¢n de los poderes locales. La democratizaci¢n se entiende como la participaci¢n ciudadana en la toma de decisiones. Tradicionalmente, se ha privilegiado la participaci¢n de los hombres con el criterio de que el hombre como jefe de hogar representa a su esposa e hijas.
Las mujeres l¡deres deben procurar que las mujeres participen activamente en reuniones y asambleas para que los intereses de las mujeres sean considerados y que los beneficios de la participaci¢n se repartan equitativamente entre hombres y mujeres.
Tambi’n debemos vigilar que exista una participaci¢n pol¡tica de las mujeres en los puestos de toma de decisiones para desde all¡ proponer y ejecutar nuestras aspiraciones. En el Ecuador, la ley de elecciones habla muy claro de la participaci¢n de la mujer para cualquier dignidad de elecci¢n popular. Los partidos o movimientos pol¡ticos deber n tener al menos un 30% de mujeres en sus listas. Este porcentaje deber aumentar cada cuatro a_os hasta llegar a la igualdad (50%). La participaci¢n en las listas electorales no asegura de por s¡ el liderazgo de las mujeres, pero al menos las mujeres empiezan a ser vistas como dirigentes pol¡ticos.
Organizaciones: En las organizaciones, las mujeres l¡deres debemos ayudar en la formaci¢n de otras l¡deres mujeres, sobre todo, de mujeres j¢venes, mediante el apoyo y el ejemplo. Dentro de las organizaciones mixtas, las mujeres l¡deres deben cuidar de que las voces de las mujeres se escuchen, de que sus intereses sean tomados en cuenta y de que se respeten sus derechos.
Desarrollo comunitario y autogesti¢n: Al desarrollo no debemos entenderlo como la ejecuci¢n de un proyecto sino de una manera m s amplia y que tiene que ver con el mejoramiento de la calidad de vida de hombres y mujeres, con la equidad de g’nero, de clase, de etnia y de generaci¢n. No hay desarrollo si es que los beneficios van a parar a un solo grupo, y esta desigualdad acentoa las divisiones entre grupos sociales como ind¡genas y mestizos u hombres y mujeres. Adem s, el desarrollo debe venir desde nuestra visi¢n y no de aquellos que quieren imponer proyectos pensando en el desarrollo desde sus perspectivas particulares, que muchas veces no llegan a funcionar porque no est n dise_ados desde nuestra realidad.
Como mujeres debemos cuidar que los programas y proyectos de desarrollo correspondan a nuestra realidad. Las mujeres tenemos un horario que se debe respetar, obligaciones que se deben considerar e intereses que son distintos de los hombres. Debemos participar en la elaboraci¢n, ejecuci¢n y monitoreo de los proyectos para que los beneficios se repartan equitativamente entre hombres y mujeres y entre los distintos grupos sociales.
4.- ¨Hacia d¢nde vamos? ¨Qu’ queremos como mujeres l¡deres ind¡genas?. Queremos una sociedad en la cual cada persona pueda acceder a los bienes y a los servicios a los que tienen derecho. No reclamamos una sociedad de despilfarro, de consumo material ilimitado, sino una sociedad justa en la cual nadie, sobre todo las mujeres, est’ excluido del trabajo y del acceso a los bienes fundamentales: alimentaci¢n, educaci¢n, salud, vivienda y seguridad social.
Queremos una sociedad en la cual todos y todas puedan vivir en familia y mirar el futuro con esperanza, disfrutar de la naturaleza y transmitir sus maravillas a las generaciones que vendr n. Queremos una sociedad respetuosa de las tradiciones culturales que est n en el origen de la identidad, tanto de los pueblos ind¡genas, como de los afroecuatorianos y de los mestizos.
Queremos una sociedad sensible hacia los d’biles, los marginados y todos aquellos que han sufrido las consecuencias de procesos socioecon¢micos que no colocan al ser humano en primer lugar. Una sociedad democr tica construida con la participaci¢n de todos y todas, en la cual la actividad pol¡tica sea la elecci¢n de quien quiera dedicarse al servicio del bien comon. Finalmente, queremos una sociedad que contribuya a la construcci¢n de una comunidad latinoamericana entre nuestros pueblos.
Rosario Naula