Las cifras del Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos indican que de los 33.6 millones de personas diagnosticadas con SIDA en el mundo, el 95 por ciento de ellas viven en los países en vías de desarrollo.
«La brecha entre los ricos y los pobres se hace cada día más grande y la creciente pobreza, producto de la desigual distribución de la riqueza se traduce en una desnutrición crónica para los mal comidos y miserables. En la medida que los cuerpos se debilitan por la mala alimentación, todo tipo de enfermedades se apoderan de ellos. Claro que la reacción natural del cuerpo es defenderse creando anticuerpos. Entre más pruebas de SIDA le hagan a los pobres, más anticuerpos y más SIDA van a encontrarö, acusa el investigador Tarik Rikard.
Roy Anderson, profesor de zoología del centro de epidemiología de enfermedades infecciosas de Oxford, anota que la curva epidémica clásica de enfermedades producidas por virus tiene un aumento exponencial cuando aparece y en la medida que las personas adquieren autoinmunidad, la epidemia desaparece.
Por su parte el doctor Peter Duesberg experto en enfermedades infecciosas subraya que una caracter¡stica de las enfermedades virales es que son autolimitantes debido a que inducen inmunidad. En contraste, dice Duesberg, las enfermedades producidas por productos qu¡micos se esparcen en relaci¢n a la cantidad y duraci¢n a la que el cuerpo fue expuesto a los materiales t¢xicos.
Segon datos del Centro para el Control de Enfermedades, la mayor concentraci¢n de personas con SIDA esta en Latinoam’rica, el sur de Asia, centro y sur de Africa, pero el doctor Charles Schecktor, profesor de historia africana en la Universidad de Chico, California, sugiere que antes de culpar al SIDA hay que tomar en cuenta la econom¡a pol¡tica, la deuda externa de los pa¡ses de la regi¢n y el ajuste estructural del Fondo Monetario Internacional que generan hambre en la poblaci¢n. Mientras que David Rasnick se_ala al medioambiente. «Cuando estoy en Africa adquiero las diarreas, fiebres y otros s¡ntomas asociados con el SIDA, pero cuando dejo Somalia y llego a San Francisco «el SIDA» desaparece, enfatiza el galeno.
En relaci¢n a la «pandemia» que afecta a los habitantes de Africa, Duesberg toma los records semanales de epidemiolog¡a de la organizaci¢n Mundial de la Salud que muestran un promedio anual de 75.000 casos de SIDA en todo el continente y 7.500 en Sud frica» ¨Pero esos reportes no indican cu ntos murieron, cu ntos sobrevivieron y c¢mo y cu ntos sanaron,?, cuestiona Duesberg.
Luego entra en m s detalles. El promedio de vida de los africanos es de 50 a_os y cada doce meses mueren 12.3 millones. De ellos, 75 mil supuestamente mueren de SIDA, eso significa que solo un 0.6 por ciento de la gente son afectadas. En el caso de Sud frica que tiene 44 millones de habitantes y donde se reportan 4,500 muertes por causa de SIDA, eso se traduce en un impacto del 0.01 por ciento, y eso no constituye una epidemia, concluye Duesberg.
Hasta el presidente de Sud frica Thabo Mbeki se ha unido al ej’rcito de los que cuestionan la validez de la hip¢tesis del SIDA/VIH. En carta enviada al presidente William Clinton publicada por el Washington Post el 19 de abril de este a_o, Mbeki observa que los 23 millones de africanos diagnosticados con VIH cada a_o, generan 75 mil pacientes con SIDA, o sea uno por cada 300. (Organizaci¢n Mundial de la Salud, R’cord Epidemiol¢gico Semanal, 73,373- 80, 1998).
Por otra parte, continua Mbeki, las cifras de 1999 del Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos reportan que en la uni¢n americana, los 9 millones portadores del virus generan 45,000 pacientes con el S¡ndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, o sea uno por cada 20. Claramente los estadounidenses VIH positivos corren un riesgo 15 veces mayor que los africanos de padecer el SIDA.
Despu’s de se_alar los inquietantes datos el l¡der africano muestra alarma hacia los consejos del gobierno estadounidense de tratar con drogas antivirales a sus ciudadanos VIH positivos. Thabo Mbeki es el primer jefe de estado que abiertamente pone la hip¢tesis del VIH/SIDA en tela de juicio. La pobreza es m s grave que el mismo SIDA. (Eu/QR/Au-Ad/Pe-Sa/mc)
Fernando Vel zquez