Jorge García Castillo, misionero comboniano, llegó al Perú hace diez años, en plena efervescencia de la violencia política. En ese tiempo se ganó la simpatía de sus fieles, que ahora lamentan su intempestiva partida. Por condenar la política del Gobierno y de las Fuerzas Armadas, García Castillo debe dejar el Perú y la dirección de la revista «Sin Fronteras».
La gota que derramó el vaso fue un editorial en el que Jorge García Castillo criticó especialmente a las Fuerzas Armadas y Policiales. En ese artículo afirmaba inclusive que en el Perú se practicaba terrorismo de Estado.
Detrás de su destitución como Director de la Revista «Sin Fronteras» y de un «viaje de reflexión» que pronto emprenderá a su tierra natal, estarían intensas presiones del Arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani. El misionero comboniano ya se había pronunciado antes contra la política reeleccionista de Fujimori.
Los artículos de García Castillo a favor de la democracia en Perú le valieron dos cartas de advertencia del Arzobispo Ciprian, miembro de la conservadora orden del Opus Dei. El sacerdote mexicano manifest¢ su tristeza por abandonar Pero, pero llam¢ a sus compa_eros a aplicar el Evangelio sin miedo, «aunque eso implique enfrentar a los poderosos». (Pe/QR/Ig/Pp-Cs-Dh/pt).
Rosa Cisneros