Hay quienes siguen dudando de la razón de ser del feminismo. No lo consideran justificado y lo atacan (con esa autoridad moral que da el creerse brazo derecho de Dios) aseverando que «las feministas son unas resentidas». Asi lo dijo en dias pasados un tal Julio Castañaza al llamar (jadeante y obviamente alterado) a dos diferentes programas de radio, cuando algunas mujeres eramos entrevistadas en forma inteligente.
Al escuchar opiniones como las de este radioescucha (quien se lució como el pelo en la sopa frente al resto que respetuosamente llamo por genuino interes en nuestro trabajo o para manifestar su apoyo a lo que hacemos), pareciera que las feministas no tenemos mejor cosa que hacer que dedicarnos a contarle las costillas al otro sexo. Ojala fuera tan simple la tarea (y lo seria mas si no hubiera tantas costillas que contar).
Lo que tal vez sea sencillo, por claro, es aceptar las realidades evidenciadas en estadísticas que ni aún siendo tan duras, vistas en numeros, reflejan la verdadera magnitud de los abusos cometidos contra mujeres, ocultos tantas veces tras las paredes de hogares considerados «ejemplares».
Segun datos del Banco Mundial, la violencia domestica es la principal causa de lastimaduras y muerte para las mujeres alrededor del mundo. La sufren en porcentajes significativos las japonesas (59%), kenianas (42%) y paquistanies (80%). En Estados Unidos, una mujer es golpeada por su compa_ero de hogar cada nueve segundos; solo una en cien reporta esos abusos y cada tres minutos una mujer es violada.
Diariamente, por la unica raz¢n de anular la sexualidad femenina, en el mundo les mutilan los genitales a 6,000 ni_as, casi siempre sin anestesia y con instrumentos contaminados. En India, 5,000 novias son asesinadas o se suicidan cada a_o pues la dote matrimonial resulto insuficiente. La mitad de todas las v¡ctimas de aasesinato en Rusia son mujeres, muertas por sus compa_eros de hogar.
En Sudafrica, una mujer es violada cada 80 segundos. En Barbados, Canada, Holanda, Nueva Zelanda y Noruega, la tercera parte de la poblaci¢n femenina sufri¢ abuso sexual en la ni_ez.
A nivel mundial, las mujeres padecen mas desnutrici¢n que los hombres. A las ni_as se les desvaloriza, reciben menos alimentos y cuidados de salud inadecuados. Los padres, particularmente en China y la India, utilizan pruebas de detecci¢n del sexo para determinar si el feto es femenino. De los 8,000 fetos abortados en una cl¡nica en Bombay, 7,999 eran ni_as.
En Africa, las mujeres, quienes suelen comer menos y de oltimo, no reciben una mayor cantidad de alimentos cuando estan embarazadas o amamantando. Y anualmente mueren en el mundo 600,000 mujeres (una cada minuto) por causas relacionadas con el embarazo, siendo prevenible la mayor parte de estas muertes.
Por cada ni_o africano con infeccion por VIH, hay seis ni_as que la padecen. Casi la mitad de todas las personas que viven con VIH/sida en el mundo son mujeres y ni_as. En algunos pa¡ses, las tasas de infecci¢n correspondientes a muchachas entre 15 y 19 a_os son de tres a seis veces mayores que para varones de las mismas edades.
Es curioso que, ante cifras tan vergonzantes, reflejo de las desigualdades existentes entre los sexos, del abuso del poder masculino y de la irresponsabilidad de los gobiernos (monopolizados por hombres) para aliviar estas situaciones, todav¡a se crea que el feminismo, como posici¢n pol¡tica y ‘tica, es un capricho de «resentidas» sin justificacion.
Absurdo pensar que no hay razones validas para exigir y trabajar por cambios profundos en el estado de las cosas, a favor del bien comon. Que se crea que el desequilibrio en esas cifras es «mera casualidad». Y que se espere que las mas afectadas por tan tremendas inequidades permanezcamos, como el resto, calladas y cruzadas de brazos.
Laura Asturias