Por «el inicio de la esclavitud en nuestro continente», el 12 de octubre de 1492, la comunidad afrouruguaya reivindicó sus derechos marchando por la avenida 18 de Julio al compás de 200 tambores. En la jornada de recordación, una proclama decía, «es un momento de la historia que nos obliga a recuerdos vivos para conservar todos los valores que se nos quiso arrancar».
La ocasión fue propicia para denunciar a través de la proclama que: «A las puertas de un nuevo siglo, todavía existen formas de racismo que deben desaparecer de la sociedad uruguaya». El documento también asegura que hay quienes encuentran en el color de la piel o en las diferencias culturales, un motivo de rechazo, de discriminación o de persecución.
La proclama fue leída en la ocasión, en la puerta de la organización «Mundo Afro». También dice «Nosotros seguiremos siempre afrontando con firmeza todas esas expresiones de quienes quieren dividir y explotar a cualquier sector de la sociedad o a cualquier colectivo diferente o minoritario».
La comunidad negra uruguaya hace de los tambores su principal medio de comunicaci¢n con propios y extra_os. Los afrouruguayos dicen, «los mismos tambores que siempre saludaron nuestros sue_os y nuestras esperanzas, hoy elevan sus sonidos anunciando nuestra presencia y tambi’n nuestro compromiso».
La proclama contra la esclavitud y la discriminaci¢n concluye: «Son los mismos tambores que se escucharon en los fogones orientales de nuestro tiempo patrio. Son los mismos que sonaron en rebeld¡a cuando fueron arrasadas las instituciones, signo de nuestra irrenunciable libertad». (Uy/QR/Po/Ra-Cs/pt).