Es importante destacar que a partir de la década del 70, las conferencias mundiales de las Naciones Unidas crearon las condiciones para dar visibilidad al fenómeno de la violencia de género y fomentar una conciencia crítica en la comunidad internacional.
El artículo 1¦ de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de la Asamblea General de las Naciones Unidas (diciembre, 1993), define como violencia de género:….todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como privada.
Una de las expresiones más traumáticas de la Violencia de género es la violación, incluido el acoso sexual. La violación en particular ha sido definida como una invasión de las partes más íntimas y privadas del cuerpo de la mujer, y a su personalidad, as¡ como una ofensa a la dignidad del ser humano. Muchas de las v¡ctimas que han sobrevivido a la violaci¢n dicen que como consecuencia de ese hecho experimentan un sentimiento de aniquilaci¢n.
El Informe Violencia contra la mujer en la comunidad, de la Relatora Especial de Naciones Unidas Radhika Coomaraswamy, destaca que al igual que los sobrevivientes de otros hechos traum ticos como la guerra o la tortura, las v¡ctimas de violaci¢n suelen sufrir de una forma de depresi¢n postraum tica denominada s¡ndrome del trauma de violaci¢n, que es comon en personas que se han visto enfrentadas a situaciones de miedo insuperable, terror, indefensi¢n.
Referirse a la violencia en contra de las mujeres es abarcar un conjunto de hechos y situaciones vinculados a la condici¢n femenina en el mundo actual. La falta de derechos en el plano de lo econ¢mico, social, pol¡tico y cultural convierte a las mujeres en seres de segunda clase, dependientes y vulnerables frente a los dem s.
Esto es m s claro respecto a la violencia dom’stica, que vista por la sic¢loga dominicana Dinnys Luciano, constituye .la expresi¢n de una pol¡tica sexual represiva que utiliza moltiples mecanismos tanto en los espacios denominados poblicos como los privados para controlar la vida, el cuerpo, la sexualidad y las capacidades emocionales, intelectuales y afectivas de las mujeres.
Considerar la violencia contra las mujeres y las ni_as como una violaci¢n de derechos humanos, es uno de los logros de los movimientos de mujeres durante la II Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena en 1993. En marzo del siguiente a_o, la Comisi¢n de Derechos Humanos de las Naciones Unidas mediante una resoluci¢n acord¢ integrar los derechos de la mujer dentro de los mecanismos de derechos humanos del sistema. Tambi’n esa Comisi¢n procedi¢ a nombrar a una Relatora Especial sobre Violencia contra la Mujer, acogiendo el pedido de las organizaciones de mujeres en la Conferencia de Viena. La misi¢n de la Relatora es la de recopilar y recepcionar informaci¢n sobre situaciones de violencia de g’nero en todos los pa¡ses del mundo.
Para llegar a este reconocimiento han sido necesarias d’cadas de acciones y movilizaciones de todo tipo. La coyuntura de la D’cada de la Mujer proclamada en 1975 por las Naciones Unidas fue el marco adecuado. En 1980, durante la II Conferencia Internacional del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Mujer realizada en Copenhague, se plantea por primera vez la importancia de sacar a luz un asunto que se consideraba privado. Una de las resoluciones de la Conferencia con el t¡tulo «La mujer maltratada y la violencia en la familia», insta a reconocer que los malos tratos infligidos a familiares constituyen un problema de graves consecuencias sociales que se perpetoa de una generaci¢n a otra.. (Hanna Binstock, 1997).
En 1982, el Consejo Econ¢mico y Social de Naciones Unidas reunido en Ginebra, estableci¢ que los malos tratos contra mujeres y ni_as, la violencia en la familia y las violaciones, constituyen una ofensa a la dignidad del ser humano. M s adelante, en la III Conferencia Internacional del Fin del Decenio de la Mujer de Naciones Unidas (Nairobi, 1985), se destaca por primera vez que la violencia contra la mujer en la familia es un importante obst culo para la paz. La declaraci¢n inst¢ a los gobiernos a crear .conciencia poblica sobre la violencia contra la mujer como un fen¢meno social.. (Binstock, 1997).
Otras medidas tomadas por el sistema de Naciones Unidas fueron: la Resoluci¢n en 1986 del Consejo Econ¢mico y Social que declara que la violencia en la familia es una grave violaci¢n de los derechos de la mujer.
La Declaraci¢n en 1991 de la Comisi¢n de la Condici¢n Jur¡dica y Social de la Mujer, sobre la necesidad de reunir a un grupo de expertas/os para elaborar un instrumento internacional a fin de enfrentar esta situaci¢n. La Recomendaci¢n en 1992 del Comit’ para la Eliminaci¢n de la Discriminaci¢n Contra la Mujer, para que los gobiernos eliminen la violencia contra la mujer por tratarse de una forma de discriminaci¢n de g’nero.
En 1995, la Asamblea General urgi¢ a los Estados parte a reforzar en las legislaciones nacionales, sanciones penales, civiles, laborales y administrativas para castigar la violencia contra las mujeres, tanto en el mbito privado como poblico. Estableci¢, adem s, que todas las formas de violencia sexual y de tr fico de mujeres, son una violaci¢n de los derechos humanos de las mujeres y de las ni_as. Esta fue la primera vez que se aprueba una resoluci¢n sobre las ni_as. (Binstock, 1997).
Esto significa que los Estados miembros deben perseguir penal y civilmente todas estas expresiones de violencia, de id’ntica forma como persiguen cualquier delito. Para ello tienen que promulgar reformas legislativas que amparen a las mujeres que han sido objeto de violencia, tipificando los malos tratos como delitos en los c¢digos penales.
Uno de los objetivos estrat’gicos de la Plataforma de Acci¢n aprobada en la IV Conferencia Internacional sobre la Mujer (Beijing, 1995), es realizar estudios acerca de las causas de la violencia de g’nero y la bosqueda de metodolog¡as para elaborar programas de prevenci¢n.
La violencia ejercida dentro del recinto familiar ha merecido especial preocupaci¢n tanto por las organizaciones de mujeres, como por investigadoras/es, organismos de gobierno y agencias de desarrollo. Y es que este tipo de violencia afecta no s¢lo a las mujeres sino al entorno familiar, especialmente a las ni_as y ni_os.
De acuerdo a un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizado en Nicaragua en 1997, las hijas/os de madres golpeadas tienen tres veces m s probabilidad de requerir atenci¢n m’dica. Un 63 por ciento de ni_as/os expuestos a violencia intrafamiliar repetir por lo menos un grado escolar. En promedio, abandonan la escuela a los 9 a_os de edad.
Otro aspecto igualmente poco destacado, es el que se refiere a la relaci¢n entre dependencia econ¢mica y violencia f¡sica. El mismo estudio del BID encontr¢ que el 41 por ciento de las mujeres no asalariadas son golpeadas por sus maridos o convivientes, frente al 10 por ciento de las con trabajo remunerado v¡ctimas de tal abuso. Ciertamente, lo que est en juego son las relaciones asim’tricas de poder entre mujeres y hombres que determinan en oltima instancia, la posici¢n de subordinaci¢n y vulnerabilidad de las mujeres independientemente de su situaci¢n socioecon¢mica.
Las diversas campa_as y movilizaciones realizadas desde 1982 por grupos y organizaciones sociales de mujeres, ONG y oficinas estatales de la regi¢n para llamar la atenci¢n sobre la violencia de g’nero, han tenido importantes consecuencias tanto en el plano de las reformas jur¡dicas como en la tarea de sensibilizar a la opini¢n poblica sobre este flagelo. Un rol importante tiene la Red Feminista Latinoamericana y del Caribe contra la Violencia Dom’stica y Sexual que reone a grupos, ONG, y personas comprometidas con programas de capacitaci¢n e investigaci¢n para la prevenci¢n de la violencia sexista, y cuya coordinaci¢n ejecutiva est a cargo de Isis Internacional en Santiago de Chile.
Am’rica Latina y el Caribe fue el primer continente en obtener un instrumento jur¡dico de importancia como es la Convenci¢n sobre la Prevenci¢n, Erradicaci¢n y Sanci¢n de la Violencia en Contra de las Mujeres, aprobada en 1994 por la Organizaci¢n de Estados Americanos (OEA), firmada y ratificada por 23 pa¡ses miembros.
Otro factor determinante en esta lucha, son las diversas iniciativas llevadas a cabo por redes y ONG de mujeres traducidas en campa_as y programas especiales, como los centros de ayuda m’dica, legal y sicol¢gica y las casas-refugio; acciones de capacitaci¢n a trav’s de cursos y seminarios dirigidos a los cuerpos policiales, entre otras.
A su vez, los gobiernos han facilitado la creaci¢n de Comisar¡as de la Mujer, y promulgado legislaciones especiales. Despu’s de la aprobaci¢n de la Convenci¢n de Bel’m do Par , se han aprobado leyes contra la violencia intrafamiliar en Argentina, Chile, Panam , Uruguay, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, M’xico, Colombia, Repoblica Dominicana, Pero, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Venezuela.
Estos avances en materia legislativa son muy importantes. Sin embargo, como afirman activistas del movimiento antiviolencia, se requieren campa_as sostenidas a todo nivel para cambiar las mentalidades que aon hoy ven como algo natural la violencia contra las mujeres.
Precisamente la campa_a convocada por las agencias de las Naciones Unidas por los derechos humanos de las mujeres y las ni_as, apunta a esa direcci¢n, ya que est destinada a promover y hacer conciencia en todos los sectores de la sociedad sobre los costos econ¢micos, sociales y culturales de la violencia de g’nero. (Isis Internacional)
* En Uruguay, el Centro de Atenci¢n Integral a Adolescentes, dio a conocer que de los 250 casos recepcionados, el 95 por ciento fueron por maltrato y abuso sexual intrafamiliar.
* En Bel’m do Par , Brasil, marineros extranjeros tuvieron relaciones sexuales con ni_as de 9 a 14 a_os por 30 d¢lares. Uno de ellos dijo que «esa ciudad es el para¡so sexual del mundo». Se puede conseguir una ni_a de la edad que se quiera y en el momento que desee.
* Segon el Instituto Nacional de Medicina Legal de Medell¡n, Antioqu¡a, Colombia, uno de cada 10 casos de abuso sexual es contra ni_as menores de 4 a_os. * En Bolivia, la violencia dom’stica afecta m s a las mujeres entre 17 y 36 a_os, y la violencia sexual a las adolescentes.
* La Comisar¡a de la Mujer y la Familia de Guayaquil, Ecuador, report¢ 6.153 casos de violencia intrafamiliar producidos entre octubre de 1996 y abril de 1997. De este total, 92.% correspondi¢ a mujeres agredidas. * De acuerdo a estudios realizados por el BID en varios pa¡ses de la regi¢n, la violencia ejercida contra las mujeres en el mbito familiar, conduce a una ca¡da en la calidad de vida, a un aumento en las tasas de mortalidad y a una mayor inestabilidad laboral.
OTRAS CIFRAS
* 1 de cada 4 mujeres es v¡ctima de violencia
* El 45% de las mujeres golpeadas supera los 6 a_os de convivencia violenta
* El promedio de violaciones que se denuncian es de 7.000 anuales, pero esta cifra representa s¢lo el 10% de los casos.
* Las condenas por delitos sexuales s¢lo son entre 400 y 500 anuales
* Casi el 50% de las trabajadoras dice haber sido acosada sexualmente
*S¢lo en la Ciudad de Buenos Aires durante 1999 se recibieron 25.530 denuncias de mujeres v¡ctimas.
* En la mayor¡a de los casos, el 82%, el victimario es la propia pareja.