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Unos 700 agentes de policía se amotinaron en el Primer Batallón de la Policía Militar de Tocantins y son respaldados por unas 150 de sus esposas y se encuentran presentes al menos unos 90 menores de edad.
Los amotinados exigen a las autoridades un incremento salarial de casi el 50 por ciento, así como mejores condiciones de trabajo. Ellos han advertido que si son atacados por los militares se defenderán con las armas que poseen.
Siqueira Campos, gobernador de Tocantins ha pedido que los policías depongan la huelga para iniciar el diálogo. Los alzados se niegan a dejar la medida pues consideran que esa es su única garantía para conseguir lo solicitado. (Br/YZ/Pl/Cs/mc)
