Los denominados Directos, que envuelven el envase en su mano, son percibidos como amistosos, seguros de sí mismos, confiados, extrovertidos y accesibles.
Los Básicos prefieren asir el envase por su base, este grupo se determinó como enérgico, entusiasta y verdadero «alma de las fiestas» por su carácter divertido. Por su parte los Finos pellizcan la botella ligeramente y son los más amigables de las cinco categorías pero, probablemente, para ser un amigo en lugar de un amante.
A nadie le gustaron los Cogecuellos, grupo que atrapa el cuello de la botella pues se entienden como agresivos y mandones, sin embargo los Naturales, que agarran el envase por el centro de forma delicada, son habladores y la diversión con ellos está asegurada, en definitiva, son «tipos buenos».