En Guatemala, la tasa de mortalidad materna es todavía de 153 muertes por cada 100.000 nacimientos, una cifra que dista bastante del Objetivo del Milenio, que fijó como meta 55 muertes por cada 100.000 nacimientos en 2015. En el caso de las mujeres indígenas, este indicador es mucho mayor (211 muertes por cada 100.000 nacimientos), triplicando la mortalidad de las mujeres no indígenas (70 muertes por cada 100.000 nacimientos), de acuerdo con el último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD 2002). Las indígenas, inmersas en unas condiciones de vida más precarias, tienen las tasas de fecundidad más altas –5,2 hijos frente a los 3,4 hijos de las que viven en las áreas urbanas– y el menor porcentaje de nacimientos asistidos por médicos o enfermeras –19,1%–. Los departamentos guatemaltecos en los que la mortalidad materna está por encima del promedio nacional son, entre otros, Sololá (297 muertes por 100.000 nacimientos), Totonicapán (219) y Huehuetenango (255), donde INTERVIDA ha concentrado sus esfuerzos para erradicar este problema.
Hay que recordar que, durante el embarazo, el parto y el puerperio, el 15% de las mujeres sufren complicaciones que ponen en riesgo su vida y que, en una alta proporción son súbitas. Además, más de la mitad de las muertes maternas se deben a un sangrado excesivo (53% de estos fallecimientos); infecciones (14%) o hipertensión inducida por el embarazo (12%). La morbilidad repetida puede dejar secuelas en la calidad de vida de las mujeres: por cada mujer que muere por causas relacionadas con el embarazo, de 20 a 30 desarrollarán a corto y largo plazo incapacidades como fístula, perforación del útero y enfermedad pélvica inflamatoria. Por este motivo, los equipos médicos de INTERVIDA efectúan un control exhaustivo de los embarazos de riesgo, aquellos que por su naturaleza pueden producir lesiones maternas y fetales. Por tanto, es esencial una adecuada atención durante el parto que reduzca el elevado índice de mortalidad materna.
INTERVIDA trabaja en Guatemala con las comunidades de las zonas rurales en proyectos que pretenden acercar la atención médica a estas áreas, donde el acceso es mucho más difícil. Gracias a este programa de salud materna, durante 2003 se realizaron más de 11.000 atenciones de carácter ginecológico en las 13 áreas de actuación de INTERVIDA, donde se trataron tanto cuestiones relacionadas con el control prenatal como otras referentes a embarazos de riesgo (aquéllos que por su naturaleza pueden producir lesiones maternas y fetales) o complicaciones. Los casos más difíciles son estudiados y referidos a otras unidades de salud, como hospitales regionales o nacionales.
Otro aspecto que contemplan los programas sanitarios de INTERVIDA es la formación de comadronas o parteras (mujeres que tradicionalmente asisten en los partos en estas comunidades, aunque carecen de formación o titulación oficial. Las mujeres que van a dar a luz tienen plena confianza en ellas, ya que les cuesta mucho confiar en médicos que no hablan su idioma, y por el poco o nulo acceso a los servicios de salud. El análisis de la asistencia durante el parto pone de manifiesto que el 81% de las mujeres indígenas dan a luz con la ayuda de personal no cualificado, como comadronas, familiares y amigos. El papel de las comadronas es decisivo, pues están presentes en el 81% de los partos, mientras que los médicos y enfermeras atienden a menos de la quinta parte (19,1%). Esta proporción se invierte en las zonas urbanas, donde los médicos atienden el 59,8% de los nacimientos, según datos de la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2002. Ante este hecho, INTERVIDA capacita a estas comadronas en medidas higiénicas para evitar infecciones, así como en control prenatal para diagnosticar posibles enfermedades o riesgos en el embarazo y/o en el parto, concienciándolas para que si detectan algún problema, remitan a la paciente a los hospitales del área. En el año 2003, 63 comadronas participaron en este proyecto que incluye formación general tanto en salud preventiva como en salud curativa, enfatizando en aspectos de salud materno-neonatal y riesgo de mortalidad materna.