El supercomputador, adquirido recientemente a Silicon Graphics (SGI), ha sido presentado ayer por el rector, Francisco Tomás. En el acto han intervenido también José María Ibáñez, director del Departament d’Astronomia i Astrofísica; Narcis Fornés, responsable del área de universidades e investigación de Silicon Graphics; y Vicente Cerverón, vicerrector de Tecnologías de la Información y la Comunicación.
El supercomputador es un «cluster», formado por dos grandes computadores, bautizados con los nombres de César y Cerca. Con el alias de César se sigue la tradición universitaria de bautizar los grandes ordenadores como emperadores romanos. El nombre de Cerca, que en valenciano significa búsqueda y hace alusión a la investigación, se corresponde con las siglas de «Computador per a l’Estudi i Recerca en Cosmologia i Astrofísica».
El superordenador recién instalado ocupará el puesto 358 en el «Top 500» de los ordenadores más potentes del mundo, sólo superado hoy en España por el instalado en el Centro de Supercomputación de Galicia (en el puesto 227) y los que disponen las empresas T-Systems y Vodafone (en los puestos 310 y 312 respectivamente), siendo por ello el segundo más potente dedicado a la investigación científica en el ámbito estatal y el primero de los sistemas de cálculo intensivo basados en el sistema operativo Linux.
El nuevo ordenador puesto a disposición de la comunidad investigadora de la Universitat de València es un SGI Altix 3000 fabricado por Silicon Graphics Inc. con 104 procesadores, 222 Gigabytes de memoria principal y 1,5 Terabytes de capacidad de almacenamiento en disco. Este superordenador multiplica por 30 la capacidad del SGI Origin 2000 con 64 procesadores, anteriormente instalado en la Universitat de València. Estos recursos permitirán avances significativos a diversos grupos de investigación de relevancia internacional, como los que trabajan en astrofísica computacional, química computacional, ciencia molecular, genómica y proteómica, modelado y simulación informática, física de altas energías, investigación medioambiental o economía experimental, entre otros. Por ejemplo, los investigadores del Instituto de Ciencia Molecular los emplearán para acelerar el cálculo numérico intensivo necesario para la investigación en química cuántica y métodos de física molecular.
Los resultados de estos grupos de investigación dependen en gran medida de la disponibilidad de enormes recursos computacionales, por lo que el nuevo sistema contribuirá a afianzar la posición puntera de la Universitat de València entre las cuatro más importantes de España (junto a la Complutense y Autónoma de Madrid y la Universitat de Barcelona) y como una institución académica de referencia en Europa por su producción científica.
Para el Departamento de Astronomía y Astrofísica, disponer de este supercomputador para el cálculo científico va a posibilitar un gran salto cualitativo en las investigaciones, según su director, José María Ibáñez. El hecho de que pueda realizar más de cien mil millones de operaciones por segundo -ha asegurado Ibáñez- va a permitir a los investigadores recrear el Universo con gran precisión. «De esta manera se podrán estudiar escenarios tales como la formación de gigantescas estructuras que dan origen a los cúmulos de galaxias, o los fenómenos violentos que conducen a eyecciones de plasma, a velocidades ultrarelativistas, emanando desde los núcleos de algunas galaxias y que se extienden hasta alcanzar distancias de millones de años-luz», ha explicado el profesor Ibáñez. Los investigadores de la Universitat de Valencia también podrán analizar la emisión de radiación gravitatoria generada por fuentes astrofísicas (supernovas, acreción sobre agujeros negros, etc) o cosmológicas, detectadas por los observatorios de ondas gravitatorias tanto terrestres (construidos en Europa, USA y Japón) como en el espacio (misión LISA de ESA/NASA). El supercomputador jugará el papel de un gran telescopio virtual o de laboratorio numérico que ayudará a los astrofísicos a desvelar los complejos fenómenos físicos que encierra el Universo observado a través de los telescopios convencionales. Con la llegada de CERCA (Computador per a l’Estudi i Recerca en Cosmologia i Astrofísica) la Universitat de València se convierte en la institución investigadora universitaria con mayor capacidad de cálculo, dedicado exclusivamente a Astronomía, en España.
La adquisición de César ha sido posible gracias a un crédito facilitado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, mientras que la de Cerca ha recibido una ayuda de la Generalitat Valenciana al grupo de investigación del Departamento de Astronomía y Astrofísica y la correspondiente cofinanciación de la Universitat de València.
La Universitat de València ha seleccionado el supercluster Altix de SGI, según Vicente Cerverón, vicerrector de Tecnologías de la Información y la Comunicación «porque su trabajo necesita una solución que proporcione grandes prestaciones escalares y paralelas, así como flexibilidad en hacer que la memoria del sistema esté disponible para todos los procesadores». Otras de las claves del criterio de selección han sido la arquitectura de memoria compartida del sistema Altix, así como los procesadores Intel Itanium 2 y la fácil portabilidad de su sistema operativo Linux de 64 bits.
La arquitectura del supercluster Altix de SGI, ha explicado Narcis Fornés, responsable del área de universidades e investigación de Silicon Graphics permite trabajar en cualquier modelo de programación conocido: en monoprocesador o en paralelo, con MPI, PVM o OpenMP resultando, al estar basado en el sistema operativo Linux, extremadamente fácil encontrar aplicaciones de todo tipo que funcionen en él – muchas de ellas sin coste de licencia -.El supercluster se complementa con otro servidor de la familia Altix 350 de SGI, con 4 procesadores y 36 GB de memoria, que actúa como punto de acceso, atiende a los trabajos interactivos y se encarga de la gestión de los recursos del mismo -procesadores, memoria, espacio en disco, etc.- a través de un eficaz gestor de colas. Una aplicación CXFS actúa como el nexo de unión que permite a todos los usuarios acceder a los 3 servidores como si se tratase de un único servidor.
La familia de servidores y superclusters SGI® Altix™ 3000, representa, según Fornés, un salto cualitativo para los científicos, ingenieros y otros usuarios técnicos y creativos, así como para otros tipos de usuarios en entornos de propósito general preocupados por el acceso y gestión de grandes volúmenes de datos. Ofrecen espectaculares incrementos en escalabilidad y prestaciones sobre los clusters tradicionales de Linux y sobre los servidores basados en el sistema operativo UNIX. La transmisión de datos es hasta 200 veces más rápida que con los métodos convencionales de «clustering», lo que permite que SGI Altix 3000 escale hasta cientos – y en el futuro hasta miles – de procesadores.