Esta estabilidad comprobada continúa y continuará siendo un signo de calidad que distingue a los lápices de esta empresa.
Un sinfín de artistas de diferentes épocas como Goethe o el ganador del premio Nobel Gunter Grass, prefirieron y prefieren estos lápices.
Vincent van Gogh también lo expresó en una carta que decía: «Quise hablarte sobre algunos lápices que he descubierto, hechos por Faber. Son así de gruesos, muy blandos y de calidad superior a la de los lápices de los carpinteros. Producen un negro intenso y son muy agradables para trabajar en estudios grandes«.
A pesar de que los tiempos han cambiado y los ordenadores dominan la vida de los seres humanos en su mayoría, los lápices no han perdido vigencia. Son algo indispensable en nuestro día a día.