Este año, el estudio sobre sistemas de retención infantil (SRI) realizado por los clubes automovilísticos europeos incluyó 31 productos presentados o adaptados durante el año anterior. La selección comprende todas las clases de peso disponibles. Además de costosas sillitas de marca, también se sometieron a ensayo tres muestras con un precio inferior a 60 euros («sillitas de bajo costo»).
En cuanto a la metodología, no se han modificado los criterios de evaluación ni de puntuación aplicados en 2003, 2004 y 2005, lo que significa que existe la posibilidad de comparar los resultados obtenidos durante estos cuatro años. También se mantuvo sin variaciones el procedimiento de ensayo para obtener la aprobación del SRI, aunque el año pasado entró en vigor una norma actualizada (ECE-R44/04). En comparación con la norma ECE R44/03 anterior, se intensificó la supervisión de la distribución de los artículos manufacturados.
Durante años, los clubes automovilísticos han estado exigiendo mayor protección, ya que el riesgo de lesión durante un choque lateral es tan grande como en un choque frontal. Muchos fabricantes de SRI de marca han comprendido la importancia que tiene esta demanda, por lo que han mejorado sus sillitas objetivamente con el fin de incrementar el potencial de protección durante las colisiones laterales.
De los resultados obtenidos en esta edición, 15 productos han recibido la calificación de «satisfactorios», 8 como «aceptables», 5 con la valoración de «insatisfactorios», y 3 como «muy insatisfactorios». Con respecto a los resultados de la pasada edición, mejoran los niveles de seguridad, lo que aumenta la valoración en general, aunque la incorporación de sillas de bajo coste ha penalizado la parte baja de la clasificación. Por regla general, las puntuaciones son peores en las sillitas permitidas para más de una clase de peso, en comparación con los SRI que corresponden a una sola categoría. Esto se ha hecho evidente durante los últimos años y se ha confirmado de nuevo este año.
El informe evalúa cuatro grandes grupos: seguridad, facilidad de uso, confort y características de uso, siendo los dos primeros grupos los que más importancia tienen a la hora de la evaluación final. En cuanto a seguridad, se miden los resultados de los choques frontales y laterales (40% del resultado en este capítulo cada uno), el ajuste del cinturón (10%), la estabilidad y la sujeción de la cabeza (con un 5% cada uno).
El segundo grupo, la facilidad de uso, mide el manejo incorrecto (40% del resultado), la colocación del cinturón (25%), la instalación (25%) y las instrucciones de manejo (10%). La facilidad de uso pretende medir la correcta/incorrecta colocación de la silla, uno de los elementos más importantes del test, ya que una silla mal colocada, por la complicación de su instalación o por falta de información, no protege al niño.
Los dos últimos grupos, el confort y las características de uso, analizan el apoyo para las piernas, la visibilidad para el pequeño, la limpieza o la confección, entre otros puntos.