Según Ricq, hasta finales del siglo XIX el 60 por ciento de los medicamentos estaban basados en las plantas medicinales y la farmacia era el canal lógico de distribución. Sin embargo, desde los años 60, la apertura progresiva de herboristerías relegó a un segundo plano a las oficinas de farmacia, que durante dos décadas «han recibido muy poca oferta de productos basados en plantas medicinales porque pocos fabricantes apostaban por este canal«.
Actualmente 15 laboratorios venden cerca de 350 medicamentos de plantas medicinales en más de veinte mil farmacias y 200 fabricantes distribuyen alrededor de 4000 especies vegetales en más de tres mil herbolarios, según señaló Ricq, quien está convencido de que esta situación puede mejorar con nuevas normas que regulen los criterios de calidad para este tipo de productos. Esta calidad empieza en «la propia plantación y cuidado de los vegetales y pasa por toda su elaboración hasta llegar a los canales de distribución«. Con el cumplimiento de todos los procedimientos, según el miembro de anefp, se podrá garantizar la eficacia del medicamento, ayudar a recuperar la confianza de los pacientes y aumentar el protagonismo de las plantas medicinales en el arsenal terapéutico de la farmacia.
La transposición de la Directiva 2004/24 dirigida a las plantas medicinales es la esperanza de expertos como Gloria García Lorente, miembro de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que ve en ella el camino para alcanzar una igualdad dentro del ámbito europeo en el reconocimiento de las plantas como medicamentos y mejorar su calidad. Durante el coloquio, García Lorente aseguró que en esta transposición, el Comité de Medicamentos de Plantas tiene encomendado elaborar y decidir una lista con las sustancias, preparados y combinaciones vegetales que pueden formar parte de un medicamento tradicional de plantas. La lista tendrá que especificar la parte de la planta utilizada, la dosis concreta, la vía de administración y toda la información necesaria para un uso seguro.
Además, entre los retos que se plantean los expertos está alcanzar una seguridad jurídica tanto para las empresas como para sus productos. Según Camil Rodiño, Secretario General de la Asociación Española de Fabricantes de Preparados Alimenticios Especiales, Dietéticos y Plantas Medicinales (AFEPADI), los criterios para diferenciar si una especie vegetal se trata de un medicamento o de un complemento alimenticio no están claros para todos, ni para consumidores, ni para las industrias. El Secretario General de AFEPADI añadió que las listas «no deben ser cerradas para poder sumar todo lo que surge de las continuas investigaciones. El trato del medicamento deber igual para todos, ya sea producto español o no y sobretodo tienen que tener transparencia«. De esta forma, «se podrá normalizar el mercado de las plantas medicinales y obtener una mayor seguridad para el consumidor», concluyó Rodiño.
La necesidad del consejo del farmacéutico
El papel del farmacéutico en el autocuidado de la salud mediante plantas medicinales es también muy importante. Durante la mesa redonda, el miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Francisco Zaragozá explicó la importancia que tiene la formación del profesional farmacéutico. Según él, es éste quien debe aconsejar al consumidor antes de facilitarle este tipo de productos porque los activos de las plantas medicinales presentan los mismos comportamientos que los medicamentos de síntesis, y tienen sus indicaciones, riesgos e interacciones.
Por ello, es imprescindible que el farmacéutico estudie siempre previamente la situación del paciente y de su entorno. Zaragoza recordó el ejemplo de un estudio elaborado en Reino Unido sobre el zumo de pomelo. Según esta investigación, el consumo de este líquido puede producir arritmias si se mezcla con antihistamínicos. O el caso del consumo del hipérico, que se utiliza como antidepresivo y que presenta gran número de interacciones con otros medicamentos como la metadona o la teofilina y puede su utilización sin asesoramiento previo puede tener consecuencias muy negativas para el paciente.
Organizadas por la Fundación COFMANEFP -integrada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) y la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp)-, las Jornadas se celebrarán del 22 al 24 de febrero en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. Este evento, que se celebra bienalmente desde 1987 con el fin de ofrecer a los ciudadanos todo lo que necesitan para el autocuidado de la salud, espera superar el número de visitantes de la última edición y recibir cerca de 15.000 visitas de profesionales farmacéuticos a lo largo de los tres días de duración.
