En ella incluso los más atrevidos esquiadores del mundo sienten cierto vértigo. Nada más comenzar el descenso los esquiadores alcanzan velocidades de hasta 100 km/h en una pendiente de 45 grados que normalmente se encuentra cubierta por una fina capa de hielo.
Sven Küenle, alemán de 24 años, lograba conquistar esta impresionante pendiente con un imponente ‘backflip’. Este chaval de Munich -considerado uno de los mejores freeriders del mundo- había construido una pequeña rampa durante la mañana para poder realizar el backflip. En el primer intento se le soltó una de las fijaciones y no lo consiguió.
Inmediatamente, Küenle subió de nuevo a lo alto de la pista para intentarlo de nuevo y lograr su objetivo en este segundo intento. “Mi máximo respeto para este tipo”, comentaba Hansi Hinterseer, que se encontraba por casualidad en la estación y fue testigo de este salto espectacular.
Küenle admitía que este salto supone el mayor límite que se atreve a traspasar. “No he dejado de pensar en esto durante todo el fin de semana y tenía las pulsaciones como nunca”, comentaba.
Küenle, nativo de Stuttgart, que aprendió la base de freeriding cuando era un joven esquiador de competición y que ha participado en varios video clips de Willy Bogner, bajó el resto de la pista vestido con la equipación del equipo nacional alemán de descenso “para mostrar el respeto que siento por los esquiadores de descenso, que son las auténticos figuras de su deporte”.