La Ministra de Defensa, Carmen Chacón, ha sido, sin duda, la nota de innovación en una conmemoración tradicional que este año coincide con el veinte aniversario de la incorporación de la mujer al ejército y del inicio de la participación de nuestras tropas en labores humanitarias en el exterior. El discurso de la premier de defensa ha incidido en que el presupuesto destinado a la institución militar será este año “ligeramente inferior al del pasado ejercicio”, aunque ha puntualizado que “pretende hacer frente con él a todas las tareas”. Chacón ha querido que las Fuerzas Armadas se adapten a lo que ha calificado como “difícil escenario económico” en el que nos encontramos, dando ejemplo.
Carmen Chacón, que vestía un traje de pantalón y blazier negro ribeteado en raso y blusa banca cuello “mao” con un ribete trasversal negro, ha dado muestras de una austeridad largamente pregonada en todo su discurso mostrando una imagen muy minimalista y quizás un tanto exagerada en su masculinización. El pelo recogido en un moño bajo y la ausencia total de joyas, culminaban un “look” a lo “garçon” demasiado explícito que no le favorecía en absoluto y que, pudiera ser, no fuera necesario, porque la feminidad no resta cualidades para el cargo. Planificación, eficiencia y buena administración son las fórmulas de ahorro de la ministra en sus feudos y para ello confía en “la destreza de nuestros profesionales”.
La preocupación de Chacón está centrada en conseguir que la población conozca y reconozca la labor de más de cien mil soldados, mujeres y hombres, que a lo largo de más de cincuenta misiones “han contribuido a la paz y la estabilidad en cuatro continentes”. Ha calificado la de Afganistán como la intervención más peligrosa. La ministra siempre ha mostrado una sensibilidad especial ante las hazañas anónimas de nuestros soldados en este frente de conflicto, y por esto, “la seguridad de las tropas será la prioridad del Ministerio de Defensa para 2009”, ha afirmado. Carmen Chacón ha tenido especiales palabras de elogio para la Guardia Civil.
Los Reyes y los Príncipes de Asturias llegaban a la Plaza de la Armería del Palacio Real a mediodía, donde les esperaban el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez Fernández y los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, los generales Fulgencio Coll, Manuel Rebollo y José Jiménez Ruiz, respectivamente. Tras pasar revista a una formación de la Guardia Real, el Rey, la Reina y los Príncipes de Asturias se han trasladado al Salón del Trono del Palacio Real, donde han saludado a los invitados. S.M el Rey Don Juan Carlos ha querido referirse en su discurso a “la grave crisis que desde hace días vive Oriente Medio y que reclama el despliegue de todos los esfuerzos diplomáticos necesarios para lograr, como ha solicitado nuestro Gobierno, un alto el fuego inmediato que permita poner fin a la dramática situación de violencia y sufrimiento en la zona”.
El monarca se une de esta manera a la petición de “alto el fuego inmediato” realizada por el presidente del gobierno español, “una tarea”, afirma, “a la que España se muestra decidida a contribuir activamente conforme a sus tradicionales vínculos de amistad y firme compromiso con la paz en la región”. El Rey ha insistido también en la necesidad de “unidad, firmeza y determinación” para luchar contra “la lacra del terrorismo” y ha reconocido que sigue “con particular interés el complejo proceso de transformación en el que se encuentran inmersas nuestras Fuerzas Armadas, orientado hacia la generación de nuevas capacidades militares y a la organización de unidades mejor preparadas para la acción conjunta”.
La Reina Doña Sofía ha destacado una vez más por su elegancia y su acierto a la hora de elegir el “look” en cada una de sus apariciones públicas. Para esta ocasión ha elegido una falda larga en seda salvaje color champagne a la que ha acompañado de una chaqueta negra con incrustaciones en seda a juego con la falda. Doña Letizia, sin embargo, ha vuelto a jugar a la provocación eligiendo el mismo atuendo que lució en la Pascual Militar de 2008, estola y bolso incluidos.
En un acontecimiento monocromo y altamente institucional como es éste, el primero del nuevo año, son las damas de la Casa Real las encargadas de imponer el color justo a un acontecimiento que se publica en todas las revistas de sociedad. Lejos de obligar a la Princesa a que se salte las normas de austeridad impuestas por una situación difícil que afecta a todos, sí le pediríamos que dedicara más tiempo y cariño a preparar sus apariciones públicas, a no ser que haya decidido que éste será su uniforme oficial del día de la Pascua Militar de por vida. Seguro que en su fondo de armario hay faldas y cuerpos suficientes para poder combinar sin tener que adquirir nuevos o repetir.
Gema Castellano
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