Las investigaciones se iniciaron gracias a la colaboración ciudadana, cuando informaron o “denunciaron” ante la Guardia Civil la existencia de varios mensajes de odio en distintos perfiles de las redes sociales.
Fruto de esta información, la Guardia Civil localizó en las redes sociales el contenido gravemente injurioso y de odio contra los dos guardias civiles asesinados.
Asimismo, los agentes pudieron comprobar que el contenido de los mensajes de odio e injuriosos carecía de cualquier tipo de privacidad, ya que eran de acceso público y por tanto accesible a cualquier usuario de Internet.
Cabe destacar, que en muchas ocasiones el contenido de estos comentarios son difundidos por usuarios anónimos. No obstante, las investigaciones desarrolladas han permitido la identificación de las personas responsables de estas publicaciones.
Los comentarios y referencias en las redes sociales, llevados a cabo en dichos perfiles públicos tuvieron una enorme repercusión, no sólo a través de los propios seguidores adheridos a los usuarios ahora detenidos o investigados, sino también a través de medios de comunicación social que se hicieron eco de la noticia.
Por tal motivo, la Guardia Civil procedió a la detención de una persona el pasado día 3 de enero en la provincia de Zaragoza y a la investigación de otras dos en la provincia de Barcelona. La operación, ha sido desarrollada por agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil bajo la dirección y coordinación del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel.