Publicado en Science¹, que le ha dedicado la portada, y con participación de la UAB y el CVC, el trabajo revela la importancia del contexto ecológico y de múltiples variables para que sea evolutivamente más ventajoso optar por el camuflaje o por señales de advertencia
La selección natural ha conducido en numerosas especies a dos estrategias cromáticas alternativas para evitar la depredación: recurrir a colores de camuflaje —coloración críptica— o exhibir colores vivos que alertan de la peligrosidad de ser ingeridos —aposematismo—. La coexistencia de ambas tácticas demuestra que cada una puede resultar adecuada en circunstancias distintas; sin embargo, hasta ahora seguía sin aclararse qué factores favorecen la evolución de una frente a la otra.
Un experimento coordinado a escala global, realizado en 21 países de seis continentes y publicado en la revista Science, demuestra que el contexto es determinante a la hora de disuadir a los depredadores e identifica el papel de diversos factores a la hora de decidir si resulta más eficaz el camuflaje o la advertencia cromática. El estudio, que protagoniza la portada del número en el que aparece, ha sido liderado por Iliana Medina (Universidad de Melbourne, Australia) y William Allen (Universidad de Swansea, Gales), y cuenta entre sus autores principales con Olivier Penacchio, del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Centro de Visión por Computador (CVC).
Para evaluar empíricamente qué estrategia funciona mejor según el entorno, los investigadores emplearon más de 15.000 polillas artificiales con tres patrones cromáticos distintos: un diseño clásico de advertencia en naranja y negro, un patrón críptico marrón apagado de camuflaje y un patrón turquesa y negro brillante atípico. Estas “presas” artificiales se fijaron sobre troncos de árboles en bosques reales, acompañadas de gusanos de la harina como cebo, y se monitorizó su consumo por parte de aves depredadoras silvestres.
En palabras de uno de los líderes del trabajo, William Allen: «Durante mucho tiempo, los científicos nos hemos preguntado por qué algunos animales utilizan una estrategia de defensa en lugar de la otra, y la respuesta es compleja. La comunidad de depredadores, la comunidad de presas y el hábitat influyen y ayudan a explicar por qué vemos animales con coloraciones de camuflaje y de advertencia en todo el mundo».
El análisis comparado de los datos reveló que la comunidad de depredadores —con variables como la diversidad y la densidad— es el factor con mayor impacto a la hora de determinar qué coloración de la presa tiene más éxito para evitar ser depredada. Los resultados respaldan la idea de que, cuando los depredadores compiten intensamente por el alimento, tienden a asumir más riesgos y atacan con mayor probabilidad presas que podrían resultar tóxicas o poco comestibles; en estos contextos de alta presión de depredación, el camuflaje funcionó mejor.
No obstante, ser críptico no siempre es ventajoso. En ambientes luminosos, las presas camufladas resultaron más visibles que en zonas más sombrías y sufrieron más ataques que las presas con colores de advertencia clásicos. Además, la familiaridad de los depredadores con las presas se confirmó como otra variable clave: en lugares donde las presas crípticas eran abundantes, el camuflaje perdía eficacia porque los depredadores se volvían más hábiles a la hora de detectarlas.
En conjunto, los hallazgos muestran que múltiples mecanismos —y no un único factor— determinan qué estrategia cromática resulta ventajosa en cada circunstancia ecológica. Como resume la otra líder del estudio, Iliana Medina: «Algunas cuestiones en ecología implican un abanico tan amplio de variables que solo la colaboración y la replicación globales pueden acercarnos a entender cómo funciona la naturaleza. Fue un placer trabajar con un grupo tan diverso de colegas que hicieron posible esta investigación».
La contribución de la UAB y el CVC ha sido especialmente relevante en ecología sensorial y neurociencia visual computacional. Según explica Olivier Penacchio: «Para predecir y comprender cuán visibles serían las presas para los depredadores en cada contexto, tuvimos que construir un modelo genérico de visión de las aves y aplicarlo a la base de datos de imágenes que generamos de los 21 entornos boscosos en los que realizamos el experimento. Las predicciones computacionales fueron clave para validar las observaciones de campo».
Los autores consideran que estas evidencias ayudarán a comprender mejor la evolución y la distribución global de las estrategias de coloración antidepredación más comunes en animales, arrojando luz sobre por qué el aposematismo y la coloración críptica coexisten en la naturaleza y en qué contextos se impone cada una.
Referencia del artículo: Medina, I. et al. «Global selection on insect antipredator coloration». Science 389, 1336–1341 (2025). DOI: 10.1126/science.adr7368
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2025). ChatGPT (versión 2025-09-27). OpenAI).