Quiero creer que en unos veinte años, tendremos nuevas generaciones dispuestas a coger con fuerza el timón y hacerse ver, generaciones con «veinte siglos de errores» en los que mirarse, a sus espaldas. Un nuevo hombre ya se está abriendo camino, de una manera aparentemente pasiva. Las enormes tasas de paro del mundo desarrollado, no son mas que una forma de represión a este nuevo hombre, se le niega el acceso al desarrollo social por miedo a que lo pueda hacer mucho mejor, exactamente igual que se le negaba a las mujeres no hace tanto tiempo.
Pero los involucionistas recalcitrantes también se mueren, y en su ejercicio de represión sobre el nuevo hombre, sólo están consiguiendo que estas nuevas generaciones, «pierdan el tiempo» preparándose aún mas.
El nuevo hombre no quiere hacer el servicio militar, y en su lugar, termina sus estudios, comienza un doctorado, o simplemente aprende idiomas, además de dominar herramientas informáticas, está presente en Internet manejando cantidades enormes de informaci¢n de todos los signos, que procesa en su cabeza y que le entrena en el ejercicio del «libre pensamiento«.
Y llegamos as¡ al eje del nuevo milenio, de las nuevas relaciones, el eje sobre el que giran las soluciones a problemas que la humanidad no ha sabido afrontar con integridad en ‘pocas pasadas y presentes, este eje se llama Tolerancia, y el diamante sobre el que pivota se llama Libre Pensamiento.
Libre pensadores, ha habido siempre, pero en mbitos muy reducidos, y con una capacidad de reacci¢n muy limitada, hoy en d¡a las comunicaciones ponen en contacto a cientos y cientos de estos espec¡menes diariamente, y hacen que circule la informaci¢n en cantidades y a velocidades nunca vistas, generando esta comunicaci¢n una reverberaci¢n que a su vez provoca el nacimiento de nuevos Libre Pensadores.
Las nuevas generaciones saben perfectamente lo que es la guerra, sin haberla vivido, sienten la misma indiferencia por los conflictos b’licos que puede sentir un afectado directo en una posguerra, pero con la ventaja de que no tienen que reconstruir su pa¡s, han visto en directo los bombardeos de ciudades, gentes morir carbonizadas, y han recibido muy cerca de sus casas a refugiados. Todas estas sensaciones caminan de la mano de las comunicaciones. Antes para lograr sensaciones parecidas, hac¡a falta una guerra de tama_o mundial. Por lo tanto, espero que por puro desprecio a lo que significa, los ej’rcitos poco a poco desaparezcan, lo que dejar¡a libres miles de millones de d¢lares, que sin duda el nuevo hombre tendr que dirigir a la actualizaci¢n industrial y agr¡cola de lo que hoy llamamos tercer mundo, creando as¡ un nuevo equilibrio econ¢mico basado en la obtenci¢n de alimento fresco para todos los habitantes del planeta.
Las nuevas generaciones, han viajado a las zonas polares, sin moverse de su casa, y han podido constatar, el delicado ecosistema que a duras penas sobrevive en estas zonas, conocen bien el fondo de los oc’anos, los problemas de Africa, el potencial de China, los errores de Jap¢n, las brutalidades ecol¢gicas y humanas del Amazonas, algunos ver n en su propia carne, cuando el suelo est’ agotado, como una empresa llamada Boliden, abandona su pueblo dejando un rastro de contaminaci¢n, desarraigo, y pobreza, y la culpa se la echar n a sus propios padres por dejarse enga_ar y no aprender a la primera.
Las nuevas generaciones tendr n que ser sin duda mucho mas conscientes de su entorno que sus padres y abuelos y mucho mas imaginativos, «a la fuerza ahorcan«.
El delito ecol¢gico, tendr por fin el car cter de delito contra la humanidad, y solo personas enfermas mentalmente ser n capaces de intentar cometerlo. El resto ya tendr bien claro que sin bosques no hay aire, y que sin biodiversidad no puede vivir tampoco el hombre que es parte de esa «biodiversidad» (no somos de pl stico). Seguramente la mayor¡a habr n crecido atacados por la alergia a polenes etc., pero ya ser del dominio poblico el hecho de que esas alergias las producen los restos de la combusti¢n de hidrocarburos adheridos a los polenes, mezcla explosiva e irrespirable para el ser humano, y tendr n que dedicar gran parte de su tiempo y su dinero a curar estas y otras heridas que sus queridos padres y abuelos le hicieron al planeta.
La energ¡a que hoy llamamos alternativa, se habr implantado gracias al nuevo hombre, y mas del 50% de la generaci¢n, ser de origen solar, e¢lica, y mar¡tima, evitando as¡ grandes dosis de contaminaci¢n innecesaria. Los transportes poblicos y privados ser n mucho menos intensos que en el pasado, pues la necesidad de desplazamiento del nuevo hombre ser mucho menor (lo considerar una perdida de tiempo y dinero), por eso, podr n tener un transporte impulsado por medios no contaminantes aunque tenga un rendimiento operativo algo mas bajo.
En lugar de reunirse para tomar caf’ o dormir en sus esca_os, los pol¡ticos mas progresistas se juntar n para hacer Yoga unos, Taichi otros, y otros simples ejercicios comunes de relajaci¢n, pues ya se valorar la importancia de ejercitar el dominio de la mente y el cuerpo, y no s¢lo el del cuerpo como hac¡an sus abuelos, as¡ despu’s podr n debatir soluciones desde la calma y la clara visi¢n que proporciona un esp¡ritu tranquilo. Ya no habr trasnochados pol¡ticos que pretendan vender ideales enfrentando hermano contra hermano (ninguna persona inteligente responder¡a a eso), el pol¡tico tendr que vender su capacidad de gestionar recursos en el respeto a su entorno con proyectos convincentes que aporten valores a_adidos.
El racismo y los fundamentalismos se recordar n en los libros de historia como un error incomprensible, que agobi¢ a las civilizaciones antiguas y que les imped¡a en muchos casos evolucionar por hacerles perder tiempo y energ¡a, seguramente, una vez mas, por «falta de informaci¢n«.
En definitiva, espero que gracias a la sinergia informaci¢n/comunicaci¢n, el camino de «ida y vuelta» que las civilizaciones antiguas tuvieron que recorrer durante a_os, las nuevas generaciones puedan recorrerlo en el periodo de su formaci¢n como personas, madurando as¡ con la mentalidad del «hombre del nuevo milenio«.
Espero llegar aunque s¢lo sea para comprobarlo, ser’ ya muy viejo, pero continuar’ rallando con pulso firme mi jard¡n japon’s, e imaginando m s soluciones para que alguien las aplique (hay que imaginar, es la onica forma de crear), mientras algon ingenio dom¢tico vigila atentamente mi salud.
Continuar . . .
JCV(1999)