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Las mujeres se sientes discriminadas en cuanto a vestuario, en el ejército danés. Como todos los sodados, reciben un petate repleto de un par de botas, pantalones, chupas, camisetas y toda clase de atuendo militar. Pero además, reciben cuatro cajas de sujetadores.
El hecho de que el uniforme sea elegido por hombres, les ha hecho seguramente olvidar que todas las mujeres no usan la misma talla de sujetador, por lo que las reclutas deben afrontar todos los días un verdadero suplicio, por exceso o por defecto.
El uso del sujetador reglamentario es obligatorio y las mujeres han debido emitir una queja con el fin de encontrar solución a tan desagradable problema.
