«Persiste todavía la sensación de que no ha sido en vano. +Y eso es todo, que no ha sido en vano?» Elías Canetti.
El miércoles dos de agosto se realiza, en ciudad de México, la ceremonia oficial de lanzamiento de la Red Latinoamericana de Radios para una Cultura de Paz, RADIPAZ. Al evento constitutivo de la red asisten: el Sr. Eduardo Laris, Director del Grupo RASA de, México; el Sr. Alejandro Alfonzo, Director de la Oficina Regional de Comunicación de la UNESCO para América Latina; el Sr. José Zepeda, director del Departamento Latinoamericano de Radio Nederland, de Holanda; el Sr. Mario Ancona del Grupo SIPSE, de México, y propietarios y directores de emisoras de México, Panamá, República Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile. La ceremonia será transmitida vía satélite, onda corta y Real Audio de Internet por una red de aproximadamente 600 emisoras de la región, encabezadas por RASA y Radio Nederland.
Tbilisi, capital de Georgia. Para mantener al resto de la familia, una mujer dec¡a a los peatones, cerca de la estaci¢n: «el ni_o morir de hambre. Ll’venselo aunque no paguen».
El testimonio no forma parte del discurso de algon leninista rezagado. Es una de las sesenta mil declaraciones del documento «Las voces de la pobreza», del Banco Mundial. La instituci¢n constata que los gobiernos han sido, en gran medida, ineficaces para resolver la situaci¢n de los m s desfavorecidos. Los pobres denuncian que la corrupci¢n dificulta su acceso a los servicios b sicos… e incluso a la ayuda social.
Pedirle a los medios de comunicaci¢n atenci¢n para la pobreza, denuncia contra la corrupci¢n, no es un acto revolucionario, tampoco una pretensi¢n ideol¢gica. Es, simplemente, reivindicaci¢n ‘tica del periodismo. Un acto de dignidad.
Cuando los hombres ya no se entienden entre s¡, el sol brilla y la lluvia cae como siempre, sin duda, pero los campos est n menos cultivados, las cosechas se resienten, el alma sufre.
Estas son algunas de las motivaciones que tuvo el ex Director General de la Organizaci¢n de las Naciones Unidas para la Educaci¢n, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, para convocar en Panam , el 21 y 22 de marzo de 1999, al Encuentro de propietarios de estaciones de radio y televisi¢n de Am’rica Latina para una cultura de paz.
Una de las principales conclusiones de esa reuni¢n, a la que asistieron cerca de 300 representantes de medios audiovisuales de la regi¢n, fue que la paz es una premisa del desarrollo humano sostenible. Es decir, no es solamente la ausencia de guerra o conflicto armado. No puede haber paz sin pan, sin libertad, sin trabajo.
Los medios de comunicaci¢n, y en este caso espec¡fico la radio, deber¡an tener como misi¢n prioritaria el fomento de una cultura de paz.
La revoluci¢n tecnol¢gica en sus dos grandes vertientes, la informatizaci¢n de la sociedad y la digitalizaci¢n, ha aumentado a niveles aon impredecibles las posibilidades de la comunicaci¢n.
Junto a estos logros conviven riesgos igualmente colosales.
Ya no se estila la censura totalitaria, que consist¡a en la simple prohibici¢n de divulgaci¢n. Hoy, la censura funciona por exceso de informaci¢n. Es tal la cantidad circulante que amenaza con ahogarnos. El principio, otrora sagrado, que a mayor informaci¢n mayor libertad, ha dejado de tener vigencia. A mayor informaci¢n cero libertad.
La informaci¢n ya no es m s un bien social. Ahora es una mercanc¡a. Y como tal busca su venta. Nada que reclamar en contra de las empresas de comunicaci¢n que viven de la publicidad y del comercio. Lo criticable es la bosqueda de la venta a cualquier precio. La espectacularizaci¢n, la trivializaci¢n, la banalidad, la explotaci¢n del morbo. Todo arropado del siempre falso argumento de que eso es lo que el poblico desea. Hemos llegado al punto en que la informaci¢n no se da a conocer por su importancia intr¡nseca sino por los efectos que pueda tener sobre el rating.
Es urgente recuperar el deber social de los medios de comunicaci¢n. No para amparar aspiraciones ideol¢gicas o estrategias partidistas, sino para propiciar el di logo basado en la esperanza de otro destino. Eso es lo que busca RADIPAZ.
La cultura de paz es ajena a la pretensi¢n de que el mundo se prolongue copiando su modelo global y rodando d¡a a d¡a sin proyecto, sin m s horizonte que la continuidad de un presente sin correcciones para el futuro.
RADIPAZ quiere crecer con la paz, por ello aspira a que la mayor cantidad de emisoras latinoamericanas integren prontamente la red. El onico requisito es la decisi¢n de apoyar profesionalmente la consolidaci¢n de la democracia, reconociendo que los periodistas y los trabajadores de la radio son agentes primordiales para la consecuci¢n de una cultura de paz pan@unesco-la.org.pa
Jos’ Zepeda Varas. Director del Departamento Latinoamericano Radio Nederland.
