La prestigiosa clínica Mayo de Minnesota, Estado Unidos, ha dado la voz de alarma: si una mujer tiene antecedentes familiares de cáncer de mama y toma anticonceptivos desde antes de 1975, tendrá que redoblar sus exploraciones al menos a dos veces al mes.
Entre el 5% y el 10% de los cánceres de mama se deben a alteraciones de los genes BRCA 1 e BRCA 2. La marca genética se transmite de madres a hijas y puede provocar la aparición del mal a lo largo de varias generaciones.
El uso de las primeras píldoras anticonceptivas introducidas en el mercado en los años 60, vuelve a estas mujeres mas vulnerables ya que contenían altas dosis de estrógenos y progesterona. A las mujeres que se encuentren en estas circunstancias, los medicos les aconsejan realizar mamografías frecuentes y la utilización de detectores paralelos como puede ser el ultrasonidos en las mujeres mas jóvenes, ya que en este caso la mamografía podría esconder algún tipo de tumor.