Los cientos de pandillas juveniles que existen en las ciudades hondureñas han optado por cobrar impuestos de guerra a los usuarios y propietarios de las unidades de transporte público. Con ello intentan financiar sus vicios.
Así lo dieron a conocer cientos de choferes de estos autobuses que diariamente deben pagar hasta 10 dólares para poder llegar con sus unidades a ciertos lugares de la capital y otras ciudades.
Si no pagan dicho impuesto, entonces los pandilleros proceden a agredir a los conductores y pasajeros, incluso realizan destrozos en los vehículos. Luis Armando Ortiz, presidente de la Asociación de Transportistas Urbanos, solicitó la acción ciudadana y de las autoridades para poner fin a estas fechorías.
Ortíz considera que el militarizar las unidades de transporte público sería una buena alternativa contra esta violencia. Esto fue rechazado por las mismas autoridades civiles y militares, ya que no hay el número suficiente ni de policías ni de militares. Adem s con esto no se solucionar¡a nada.
La capital hondure_a, Tegucigalpa, tiene un mill¢n y medio de habitantes. Se ha contabilizado a m s de cien pandillas o «maras», las cuales agrupan a por lo menos 30 mil j¢venes de entre los 8 y 35 a_os, quienes son dirigidos por pandilleros experimentados en Estados Unidos y El Salvador. (Hn/LY/Em/Vi/mc)