Cada año unas tres mil mujeres guatemaltecas denuncian ser víctimas de la violencia familiar, causada por los maridos, hijos, hermanos o padres. Pese a la abultada cifra de denuncias, estas podría ser mucho mayor si todas las mujeres agredidas se decidieran ir a las autoridades.
Según el Consejo Nacional de Prevención de la Violencia contra la Mujer, Conaprevi, para miles de guatemaltecas sus casas se han convertido en verdaderos campos de concentración, donde el abuso y el maltrato son de todos los días.
Para detener esta ola de violencia, Conaprevi y algunas oficinas de protección del maltrato están diseñando una propuesta de ley que cambie otras leyes quede alguna manera permiten o fomentan la violencia.
Asimismo, dicen que es necesario una campaña sostenida en todos los medios de comunicación que apunten a que las mujeres reacciones y dejen a sus agresores. La violencia no es parte de la relación esposo-esposa, y las mujeres no deben aceptarla como normal. (Gt/LY/Ong-Mj/Vi-Dh/mc)