Raúl Castells, dirigente de una organización de jubilados y desempleados de Buenos Aires, fue condenado a dos años de prisión por supuestamente haber extorsionado a un local de la cadena de supermercados Wal-Mart.
Raúl Castells guarda prisión domiciliaria desde el 29 de enero de 1999, por lo que el próximo mes quedará en libertad. La cadena Wal-Mart lo acusó de extorsión por haber reclamado comida frente a su local, con el apoyo de un millar de desempleados.
El dirigente de los jubilados había solicitado comida gratis para los cientos de sus compañeros cuyas familias llevaban varios días sin comer. La hambruna se dio por falta de dinero a causa de la aguda crisis económica que afecto al país y por el desentendimiento del presidente de ese entonces, Carlos Menem.
El Tribunal de Lomas de Zamora consideró que Castells puso en peligro la seguridad del almacén, por lo que la condena se da por ser responsable del delito de coacción. (Ar/CN/Au/Pl/mc)