Gil Tamayo señaló, durante su intervención que «el hecho religioso forma parte de la vida de la gente, hasta tal punto que, no se entenderían muchas manifestaciones culturales y sociales sin tenerlo en cuenta.»
Según el Secretario Técnico de la Comisión de medios, «el share más alto de la 2 de TVE lo tienen los programas religiosos.» Por este motivo, «habría que plantearse —aclaró Tamayo— el origen del vacío informativo existente en las televisiones privadas, sobre temas de religión y mientras, se da cabida a echadores de cartas, videntes, etc. Es decir, se cierra las puertas al hecho religioso, pero, al mismo tiempo, se trafica con la credulidad que es el sucedáneo de la fe.»
Aunque para la Iglesia siempre ha sido importante la relación con los mass media, Tamayo considera que ambos deben hacer un esfuerzo para que ésta sea más armoniosa. «Desde la Iglesia —destacó el Secretario— debemos replantearnos nuestra forma de comunicar y adaptarnos a los medios, porque los canales propios de la Iglesia (liturgia, homilía, teología, catequesis,…) no son apropiados para los medios de comunicación. Pero es imprescindible que el periodista, cuando aborde una información religiosa, se documente, se informe. En este sentido, la carencia de formación religiosa por parte del periodista ha dado lugar a un sinfín de anécdotas, como aquel que hablaba de ahumar e incinerar un altar cuando en realidad lo estaban incensando. Pero es realmente preocupante cuando el periodista confunde términos o cuando no ofrece una información porque su propia incapacidad le produce desinterés.»
En la Iglesia la comunicación «es tan importante —manifestó Gil— que el sucesor de Juan Pablo II habrá de tener entre sus cualidades la de ser un buen comunicador. Hoy más que nunca, debemos aprender a comunicar bien a los medios para que el mensaje llegue a la sociedad de la forma más accesible. No se trata de desvirtuar contenidos, sino de adaptar el mensaje a la capacidad de comprensión de los lectores o de la audiencia, que en algunas ocasiones tienen una educación religiosa bastante pobre.»
Según el Secretario «hoy en día todo está relacionado con los medios. De tal modo que, nuestra sociedad se define como sociedad de la información. Las cosas ya no son los que son, sino que adquieren el ser cuando son dadas a conocer por los medios. Como consecuencia de ello, el estatuto de verdad está cambiando.»
Tamayo estimó que existen muchas divergencias entre los medios de comunicación y la Iglesia «pero eso no debe impedir que exista una buena amistad», es más, «estas diferencias deben estimular la creatividad.»
Como ejemplo de disparidad de criterios, señaló que «la Iglesia ofrece un mensaje homogéneo y eso provoca, en muchas ocasiones, el rechazo de los medios de comunicación. Se ha instaurado el pensamiento débil; hoy en día todo es relativo, por tanto, si alguien habla de certeza es tachado de dogmático. Por otra parte, la finalidad de la Iglesia es dar conocer su mensaje e incentivar la dignidad del hombre y la de los medios es principalmente económica»
Según Tamayo, «lo que prima hoy en día es acumular información de acontecimientos sin vertebrarla. Es decir, la anécdota se impone al sentido de cada acontecimiento. Por eso, hablamos de la niña musulmana del pañuelo pero no del continente africano. Los informativos informan sobre los inmigrantes que mueren en las pateras pero no se cuenta la historia de sus países o se contextualizan de los acontecimientos.»
José María Gil Tamayo es, además de Secretario Técnico de la Comisión de Medios de la Conferencia Episcopal Española, periodista y en la actualidad dirige la publicación «Iglesia en Camino» de la Diócesis de Mérida.
El Seminario Práctico sobre Información Religiosa es una iniciativa que se lleva a cabo por primera vez en la Universidad Católica y que, en posteriores ediciones, podría abrirse al publico y periodistas interesados.
En él ha intervenido también el Director de la Agencia Internacional Zenit, Jesús Colina y ha sido impartido por la periodista Inmaculada Alvarez.