La forma en la que se alimenta a los niños al principio de su vida puede tener un efecto directo en el desarrollo posterior de las enfermedades alérgicas. El equipo de nutrición de GA2LEN ha estudiado la evidencia en más de 20 nutrientes, definiendo los tópicos sobre fertilidad para llevar a cabo una investigación futura. Los descubrimientos más importantes se basaron en el amamantamiento, dieta primaria y probióticos.
El amamantamiento exclusivo en los primeros cuatro meses de vida se cree que es beneficioso para reducir el riesgo de desarrollo posterior de enfermedades alérgicas, como la alergia a la proteína de la leche de vaca, dermatitis (alergia de la piel) y asma. A pesar de ello, los efectos a largo plazo de la alimentación a través de amamantamiento no son conocidos, y necesitan ser investigados.
Los componentes de la dieta pueden tener también un efecto protector, como los antioxidantes, pero es complicado descubrir una evidencia palpable, ya que las investigaciones llevadas a cabo hasta la fecha no han sido sistemáticas en sus aproximaciones. Finalmente, el papel de los probióticos y de los prebióticos en la dieta es prometedor: un estudio ha demostrado recientemente que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedad atópica gracias a la producción de cambios en la bacteria en el intestino, estimulando el sistema inmunológico.
El estudio GA2LEN ha destacado varias de las áreas de nutrición que deberán explorarse para conseguir un mayor conocimiento a gran escala de las enfermedades alérgicas. Existen vacíos considerables relacionados con los efectos específicos de la nutrición maternal y de los niños en las alergias y asmas durante la vida, pudiéndose incluir la suplementación con grasas específicas o probióticos.