La garantía que acompaña a este tipo de aparatos permite, además, que el comprador pueda reclamar el cambio o la devolución del dinero si el arreglo no resulta satisfactorio. ésta es sólo una de las armas legales con las que cuenta el consumidor español para hacer frente a este previsible fallo informático que impedirá a algunos sistemas reconocer el cambio de siglo, según el informe El Efecto 2000 y el derecho de información de los consumidores del Instituto Nacional de Consumo (INC), que puede ser consultado en internet, en el sitio del INC.
Esas armas se esconden en el Código Civil y en la legislación específica sobre protección de los consumidores. Con estas leyes es suficiente, concluye el informe, para que el comprador no pague los daños provocados por el efecto 2000, si bien serán los tribunales de justicia los que vayan configurando las responsabilidades.
La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios asegura que «es el vendedor el que responde de la calidad de los productos». Más si se trata de un bien que todavía está en garantía, pero también si ha superado este periodo.
El informe recuerda que el Efecto 2000 y la necesidad de tomar medidas preventivas para luchar contra él son conocidas desde 1996. A este hecho podrían agarrarse los consumidores para reclamar.
