En esta transformación, las funciones de la educación alcanzan, si cabe, un papel de mayor relevancia. Isabel Cuadrado, Inmaculada Fernández y Luis Miguel Rodríguez presentan, en su comunicación ôPensamiento del profesorado sobre la utilización del ordenador en el aula escolar: aproximación empíricaö elaborada para el I Congreso Internacional ôRetos para la alfabetización tecnológica en un mundo en redö, un estudio desarrollado en la Universidad de Extremadura que gira entorno a la figura del docente en su relación con las Nuevas Tecnologías. Los autores señalan que ôla educación, y en particular el profesorado, ha de hacer especial hincapié en fomentar la concepción de las Nuevas Tecnologías como extensiones del propio cuerpo y no como mecanismos supletorios del cerebro humano; dicho en otras palabras, han de percibirse como herramientas que facilitan el trabajo del hombre, en lugar de instrumentos que potencian su autodestrucciónö.
El revelador estudio pone de manifiesto importantes datos: el ordenador es percibido por un 74% del profesorado como un medio did ctico que enriquece y mejora el proceso de ense_anza; el 75% del profesorado se siente insuficientemente preparado para trabajar con medios inform ticos en el aula; el profesorado cree, en un 78%, que la utilizaci¢n del ordenador en el aula va acompa_ada de modificaciones en su planificaci¢n educativa y en sus funciones docentes; los conocimientos impartidos desde la Facultad de Educaci¢n sobre la utilizaci¢n e incidencias de los medios tecnol¢gicos en el aula, hasta el momento, se contemplan como deficitarios, aspecto que aon se agrava al no disponer de un aula de Tecnolog¡a Educativa.
Disponibilidad de los docentes
En lo referente a la finalidad a la que van dirigidos estos cambios, el 95% expresa que la incorporaci¢n del ordenador al proceso de ense_anza-aprendizaje responde a las demandas de la sociedad actual y futura. Esta finalidad se corresponde con la que desde anta_o desempe_a la Escuela, que no es otra que la de facilitar al alumno su inserci¢n en la sociedad. Por estos motivos, pese a los costes que origine la adopci¢n de nuevos roles o de cambios en la planificaci¢n del profesor, las actitudes del docente hacia este recurso, parece, en teor¡a, ser de aceptaci¢n.
Las conclusiones son, por tanto, alentadoras en lo que se refiere a la percepci¢n, por parte del profesorado, de la necesidad de incorporar las Nuevas Tecnolog¡as a la educaci¢n. Pero ser necesario un gran esfuerzo por parte de las Universidades y las Administraciones para adecuar la formaci¢n de los educadores, tanto de los que est n en activo, como de los futuros.